El endurecimiento de las normas del Vaticano contra la pederastia encuentra a la diócesis catamarqueña complicada por el proceso que se sigue por abuso sexual agravado en contra del sacerdote Eduardo López Márquez, cuarto cura catamarqueño involucrado en este tipo de aberraciones después de Renato Rasgido, el condenado Juan de Dios Gutiérrez y Moisés Pachado, que murió antes de que su causa llegara a juicio. Los nuevos protocolos establecidos por el Papa Francisco arriman una lupa incómoda al pastor Luis Urbanc, pues obligan a los obispos, superiores religiosos y laicos al frente de asociaciones internacionales a denunciar los abusos de los que tengan conocimiento. Esto es: a asumir una conducta activa en el combate contra los abusos eclesiásticos, en lugar de limitarse a actuar como espectadores pasivos de eventuales procedimientos judiciales o, lo que es más grave, procurar la protección de los reos.
Las nuevas disposiciones de Francisco actualizan las que había difundido en 2019.
"Queda claro no sólo el derecho-deber de atender a las personas víctimas de abusos, sino también el derecho-deber de denunciar y señalar estos delitos, desde hoy también cuando son cometidos por laicos en la dirección de asociaciones internacionales reconocidas por la Santa Sede", explicó el secretario adjunto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, monseñor Charles Scicluna.
Con este propósito, la nueva norma especifica que la tarea de proceder con la investigación es deber del obispo del lugar de los hechos denunciados. En este caso, de Urbanc, quien aún no ha ofrecido muestras públicas de que su eficacia como pesquisa sea equiparable a la solvencia para la gestión inmobiliaria, demostrada en el rescate de los lotes que la Iglesia le había vendido en El Rodeo a José Blas, exgerente de Edgar Bacchiani, para preservarlos de la avaricia de algún damnificado en las criptoestafas.
También ordena Francisco I que las diócesis se doten de "organismos y oficinas", y ya no solo de "sistemas estables" como se mencionaba en el antiguo texto, fácilmente accesibles al público para recibir información sobre abusos eclesiásticos.
Las nuevas normativas del Papa Francisco para los casos de abuso eclesiástico restringen el margen a la prescindencia episcopal
El “sistema estable” en Catamarca es la Comisión de Abusos Sexuales creada por el Obispado en enero de 2020, al influjo de la primera normativa sobre el tema que había publicado el Papa y cuando ya apilaba dos clérigos procesados.
Si se exceptuaba el blindaje en torno a los sospechosos y alguna manifestación de Urbanc menos dirigida a procurar esclarecimientos que a cuidarles el cuero, era el primer gesto institucional concreto que asumía la Iglesia de Catamarca sobre el asunto, pero no fue bien recibido por las víctimas.
“Ellos mismos van a estar, van a seguir escondiendo. ¿Dónde está la confianza de que se manejen con imparcialidad? Es como para dar un poco de tranquilidad, con tantos casos que hubo. Es como decir ‘bueno, vamos a participar en algo’. Entonces se guardan la posibilidad de manejar todo”, consideró la madre de la adolescente que había denunciado a Juan de Dios Gutiérrez, fundadora de la ONG “Latidos sin Pausa”, que integra la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico.
El trabajo de la Comisión en los tres años que lleva de ejercicio no disipó la impresión de que se trata de otro engranaje en el dispositivo de la impunidad para tratar de sustraer a los curas abusadores de los procesos judiciales ordinarios.
En junio de 2020, los abogados de la joven que había denunciado a Pachado aseguraron que habían entregado información de la causa al propio Urbanc, junto a un escrito en el que pedían informes sobre los procedimientos eclesiásticos.
"Obtuvimos como respuesta un telegrama. Dijeron que estaban trabajando y que la víctima podía acercarse cuando quiera. No hay ningún expediente iniciado de Pachado, ni de nadie. El escrito que presentamos quedó ahí, porque no se anexó a ningún expediente. No existe investigación, ni persecución. Creemos que es una puesta en escena para poder calmar el clamor social, para que digan que están siguiendo la línea del Papa Francisco", dijeron los letrados.
La línea del Papa es ahora mucho más específica. El espacio para la prescindencia episcopal se achica.