viernes 6 de diciembre de 2024
Editorial

La realidad desde la periferia

Trascendentes definiciones en sintonía con una Justicia humanista y con perspectiva social se adoptaron durante el IV Encuentro Nacional del Capítulo Argentina del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana (COPAJU), desarrollado en Tinogasta el fin de semana pasado.

Estuvieron presentes funcionarios judiciales, defensores, legisladores y miembros de la Iglesia Católica de todo el país. El gobernador Raúl Jalil participó de la apertura y la clausura del evento.

No es común que miembros de la Justicia profundicen el debate respecto de temas de índole social y que también asuman posiciones de pleno compromiso social y de defensa de los sectores de mayor vulnerabilidad social. En las conclusiones, además de un pronunciamiento a favor de ejercer una justicia más humanitaria, se hizo una firme defensa del derecho a la protesta – a la que se calificó como un instrumento esencial para la protección y la ampliación de los derechos- se fijó posición respecto de la prevalencia del derecho social por sobre el derecho del capital “porque en el derecho social está en juego la dignidad de las personas y la justicia social”, y se reivindicó el rol del Estado, “que tiene la misión de armonizar y distribuir la riqueza y que no es un mero administrador de la economía de un país, es mucho más, es el garante y el promotor del bien común”.

También, un rechazo sin ambages al proyecto de baja de la edad de imputabilidad. Respecto de este último tema se pronunció Rodrigo Morabito, juez de la Cámara de Apelaciones de Responsabilidad Penal Juvenil de Catamarca, quien se preguntó: “¿Es realmente en la Argentina una prioridad bajar la edad de punibilidad? Históricamente, esta idea ha estado asociada a un hecho mediático, pero el gobierno actual lo trae como una bandera política, castigar más a las niñas y los niños”. Morabito señaló que “entre el 2 y el 4 por ciento del delito en general es el delito juvenil, es ínfimo”. Y concluyó: “Entonces, ¿es un flagelo? Evidentemente, no”.

La posición de este sector de la Justicia tiene afinidad con la prédica del Papa Francisco. La clave es desde qué lugar se mira la realidad, es decir, la perspectiva de análisis. La respuesta la encuentran en una frase de Bergoglio: “La realidad se entiende mejor, se ve mejor, desde la periferia que desde al centro”.

Es altamente positivo que, aunque sea solo un sector, la Justicia aliente una profundización del debate sobre la realidad actual desde una perspectiva humanista, propiciando el rescate de valores de validez universal, como la justicia social, la equidad, los derechos colectivos, las políticas inclusivas, que hoy son, desde las usinas del poder creadoras de sentido, insólitamente cuestionados, convalidando un retroceso preocupante en discusiones que ya fueron dirimidas y saldadas con pluralismo y democracia.

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