sábado 7 de junio de 2025
Respuesta a Jalil y Monti

Cortar con tanta mentira

Por Laura García Vizcarra (*)

El gobernador Raúl Jalil dice que impulsa una ley para incentivar la natalidad en la provincia. Qué curioso que el gobernador desconozca que ya existe una ley similar. Cuando se aprobó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en 2020, se promulgó simultáneamente la Ley 1000 Días. Entre otras maravillosas medidas de cuidado integral, esta ley contempla la Asignación por Cuidado de Salud Integral: un beneficio económico anual para titulares de la Asignación Universal por Hijo y sus hijos menores de 3 años, siempre y cuando cumplan con los controles de salud y vacunación.

Resulta que, al igual que la Ley IVE, la Ley 1000 Días fue completamente desfinanciada por el gobierno nacional. No hace falta una nueva ley, señor gobernador; solo necesitamos que se garanticen las que ya existen.

Luego de que el gobernador hiciera esas declaraciones, el diputado Francisco Monti salió a las redes sociales. Monti replicó los dichos de Jalil y afirmó: "Podrían empezar por aflojar con los abortos en la Maternidad provincial".

Es momento de cortar con tanta mentira. Las verdades se dicen con datos:

1. La tasa de natalidad comienza a bajar sin descanso desde el año 2014, cuando el aborto aún era un negocio de la clandestinidad.

2. La baja en la tasa de natalidad es una tendencia mundial. Lamentablemente, no en todo el mundo el aborto es legal.

3. Como se observa en el gráfico elaborado por el Ministerio de Salud, no se produce ningún movimiento abrupto a partir de 2020, cuando el aborto se legalizó.

4. Fue el expresidente Macri quien, muy acertadamente, puso en marcha el Plan ENIA, lo cual condujo a la drástica reducción de los embarazos adolescentes no intencionales (algo que celebramos como sociedad). Esto ocurrió en 2017 y allí se nota una baja considerable en embarazos no intencionales de adolescentes. Saquen sus conclusiones.

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En resumen, sería mejor que Jalil y Monti se pongan a trabajar para mejorar la calidad de vida de sus comprovincianos ya nacidos, la mayoría bajo la línea de pobreza. Yo no me olvido del niño que dormía en un contenedor de basura. Tampoco olvido que pongo dinero de mi miserable salario como docente para que mis estudiantes (ya nacidos) coman, ya que cortaron las partidas presupuestarias destinadas a la alimentación.

Los ya nacidos somos muchos y enfrentamos el desempleo, la precarización laboral, los bajos salarios y la imposibilidad de acceder a salud, educación y justicia de calidad.

Les traslado una idea: pónganse a trabajar en mejorar las condiciones de vida de quienes nos sentimos desamparados por las políticas públicas. Tal vez así, cuando lleguemos a sentirnos seguros/as, tengamos la posibilidad de pensar en un futuro diferente.

(*) Docente - Comunicadora y activista en Eulalias, comunicadoras feministas de Catamarca.

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