Ganador. Al frente de una alianza entre la UCR, el PRO y el socialismo, Pullaro ganó cómodo en Santa Fe.
Además de oxígeno financiero para una devaluación controlada, el acuerdo con el FMI y la visita de ayer del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessen, le dieron a Javier Milei espacio para retomar la iniciativa política después de dos meses plagados de desaciertos y reveses que incluyeron el sonado papelón que protagonizó en el complejo Mar-a-Lago, que junto a la escalada de la guerra comercial contaminó con dudas la solidez y sinceridad de su vínculo con Donald Trump.
Pero Donald cumple y el FMI dignifica. Muy escorado en el frente interno, a horas de aprobarse una comisión en la Cámara de Diputados para hostigarlo con los entretelones del Criptogate, el líder de las Fuerzas del Cielo recibió el auxilio desde el exterior. Llegó nomás el Séptimo de Caballería, providencial, cuando la indiada opositora lo tenía a maltraer. El equilibrio macroeconómico que se envanece de haber alcanzado ocupará el centro de la agenda pública en los próximos días, al menos hasta que se estabilicen las especulaciones sobre el precio en que se estacionará el dólar y el impacto que tendrá sobre la inflación.
Otra cosa es que la producción y el consumo se reactiven, pero todo no se puede.
Los resultados de las elecciones para convencionales constituyentes celebradas ayer en Santa Fe fogonearon como un anticipo de las dificultades que la escena específicamente electoral plantea a La Libertad Avanza.
Ganó cómoda la alianza entre radicales, macristas y socialistas, con el gobernador Maximiliano Pullaro a la cabeza la oferta. La propuesta libertaria quedó tercera, un punto abajo del peronismo.
Hacer proyecciones sería demasiado aventurado, pero Santa Fe expuso fragilidades que los libertarios tienen que revertir para salir airosos en las elecciones de medio término.
La principal y más obvia: cómo conformar ofertas competitivas en las provincias sin la figura de Milei traccionando desde la cima de las boletas como en 2023.
La atención nacional se concentra en las contiendas de CABA y la Provincia de Buenos Aires, pero entre ambos distritos eligen solo 48 de las 127 bancas que se renuevan en la Cámara de Diputados.
Habrá que ver qué porcentaje de ese casi medio centenar de representaciones consiguen los libertarios en octubre, pero el 63% de los escaños se dirimirá fuera del área metropolitana, donde la estructura del partido presidencial es escasa y deberá confrontar con jefes territoriales más fuertes por un elemento que conviene considerar: se sostuvieron o emergieron en el fenómeno Milei ¿Cuánto conseguirán allí?
A Pullaro le alcanzó con el 35% para imponerse a unos antagonistas ultrafragmentados. El peronismo, con Juan Monteverde, sacó el 15. La Libertad Avanza, con Nicolás Mayoraz, el 14. Cuarta se ubicó Amalia Granata, con el 12.
El nivel de participación apenas superó el 50% del padrón habilitado.
Antes de las determinantes elecciones porteñas del 18 de mayo, donde la formación de Milei busca menos ganar que derrotar a la de Mauricio Macri, habrá elecciones para legisladores provinciales en Salta el 4 y en Chaco, Jujuy y San Luis el 11.
Solo en Chaco, La Libertad Avanza cerró una alianza con el gobernador radical Leandro Zdero. Misiones vota el 8 de junio, Santa Fe otra vez el 29, con las candidaturas definidas en las PASO que se hicieron ayer junto con las elecciones para convencionales. Buenos Aires desdobló para el 7 de septiembre.
Estos litigios irán marcando el potencial de La Libertad Avanza para capturar electorado más allá del carisma rabioso de Milei.