Tras la designación del ex candidato a senador capitalino Elio Daniel Molina como delegado en Catamarca del Ministerio de Capital Humano, el presidente del bloque de diputados libertarios, Adrián Brizuela, informó que la conferencia de prensa de rigor para presentar al nuevo funcionario se hará más adelante, cuando terminen de cubrirse los cargos nacionales. Calculó que será antes de fin de año.
Brizuela fue el encargado de ponerle la marca al flamante delegado ante la opinión pública: Molina se suma al elenco de jerarcas nacionales designados en la provincia, compuesto íntegramente por el sector enfilado con Karina Milei y el clan Menem, responsables de extender el partido La Libertad Avanza a todo el país.
El “karimenemismo” local concentra el poder de fuego de cara al año electoral, en detrimento del bando que capitanean el ex candidato a gobernador José Jalil Colomé y el diputado provincial Fernando Baigorrí y para decepción de radicales y cambiemitas que mantenían esperanzas, Patricia Bullrich mediante, de ocupar algún casillero.
La conferencia de prensa que ofreció Brizuela fue para enviar un mensaje nítido tanto hacia la interna libertaria como a los eventuales aliados: la lapicera es “karimenemista” paladar negro. No hay margen para disidencias, al menos en esta etapa, y hay presupuesto disponible para dar cobertura a los leales.
Capital Humano concentra funciones de fuerte proyección proselitista, como trabajo, salud y acción social. Además, el “karimenemismo” tiene el control de la ANSES Regional (Myriam Juárez), ANSES Catamarca (Pablo Agüero) y PAMI (Iván Rodolfo López, que entró en lugar del extinto Horacio Almada). La bancada está compuesta por cuatro diputados –Baigorrí armó bloque aparte-: Brizuela, Federico Lencina, Ana Lía Aguaisol (viuda de Almada) y Verónica Vallejos (pareja de Pablo Agüero).
El desplazamiento al tercer lugar de la alianza Juntos por el Cambio en las elecciones del año pasado se proyecta institucionalmente de modo dramático para la vieja oposición. Los cargos nacionales, instrumentos de construcción política, eran el botín que los cambiemitas catamarqueños esperaban embuchar, aun perdiendo la Provincia, con el triunfo de Bullrich u Horacio Rodríguez Larreta.
Pero la ola amarilla se convirtió en el tsunami Milei y ahora estas herramientas quedaron en manos de sus victimarios para la pelea legislativa del año que viene.
Los libertarios metieron cinco diputados el año pasado y quedaron al hocico de colocar un diputado nacional. No arriesgan nada en 2025, todo será ganancia para ellos.
Juntos por el Cambio apenas colocó cuatro escaños y pondrá en juego 8 en la Cámara baja, a razón de uno por línea interna. Aparte, se juegan la banca de diputado nacional actualmente en manos de Francisco Monti. Si la pierden, el radicalismo catamarqueño quedará sin representación en ese cuerpo y con la solitaria presencia de Flavio Fama en el Senado hasta 2027.
Es decir que el radicalismo y sus aliados enfrentan el riesgo de perder la condición de primera minoría en Diputados, espacio que jamás resignaron mientras estuvieron en la oposición desde la restauración democrática.
El año pasado las elecciones provinciales fueron junto con la primera vuelta de las nacionales, en octubre. Raúl Jalil arrasó en su reelección, con el 54% contra 23,4 del libertario José Jalil Colomé y 22,4 de Fama. Sergio Massa se ubicó primero en la presidencial con el 42,8%, contra 32 de Milei y 24 de Bullrich.
En la segunda vuelta, Milei le ganó a Massa en Catamarca con casi el 53%. Ese es el voto que los libertarios locales buscarán fidelizar para incrementar su poder de fuego en la Legislatura.
Es un porcentaje alto, que explica la reticencia del gobernador Jalil a confrontar con la Casa Rosada y la distancia que toma del kirchnerismo: el que perdió en el balotaje, por 12 puntos de diferencia, era el candidato que apoyaba el Gobierno provincial. n