"La variedad lingüística local en la enseñanza de la lengua" busca dejar de castigar los modismos y explicar su uso.
El investigador y docente de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA) Leandro Arce lleva adelante un proyecto referido a las formas de hablar de los catamarqueños y cómo esas formas se pueden transformar en elementos de reflexión sobre la gramática.
Según explicó, esta iniciativa “versa sobre la posibilidad de utilizar las formas propias de habla de los catamarqueños como insumo para iniciar la reflexión sobre la gramática. No pensar en estas formas propias que tenemos de hablar como errores o problemas que se tienen que subsanar, sino casualmente como una forma de acceder a una explicación gramatical de por qué hablamos como hablamos”.
Este proyecto en particular tiene como objetivo desarrollar dispositivos teóricos y metodológicos destinados fundamentalmente a docentes. “En primer lugar, como para que los docentes a partir de eso puedan comprender cómo explicar un uso muy catamarqueño, como puede ser se me lo ha ido, se me lo ha muerto, se ganemos bajo el árbol, por ejemplo”, dijo.
“Entonces la idea es que en lugar de que la escuela marque esos usos como incorrectos, utilizarlos como forma de reflexionar un poco sobre la gramática, por qué se dice eso y la idea entonces es usar esto como reflexión, como forma de tratar esos usos y fundamentalmente de no comprenderlos como un error, sino como una forma particular de hablar que tenemos los catamarqueños y todas las personas de la región del NOA, revalorizar esas formas de hablar y que no nos avergoncemos de hablar como hablamos, sino al contrario, empleemos esa forma como propia de nuestra identidad”.
En este sentido, y en diálogo con Mañana Central de Ancasti Streaming, Arce destacó que "la última tendencia en la nueva gramática de la lengua española de 2009, y la reedición que salió este año, es incorporar en la descripción gramatical no solamente lo que es correcto o lo que está aceptado consuetudinariamente, sino también dar lugar a estas variantes que no son castigadas ya como errores, malas formas de hablar, sino como formas de hablar distintas, propias de una comunidad, que tienden casualmente a formar parte de la identidad de eso".