El Gobierno no quiere enviar ministros al Congreso
Fueron convocados los ministros Caputo y Cúneo Libarona para la semana que viene a la Cámara de Diputados.
El llamado a una nueva sesión en Diputados para interpelar a funcionarios del Gobierno por el escándalo $Libra que involucra al presidente Javier Milei y a su hermana y secretaria general, Karina Milei, se encuentra en una posición entre la intransigencia y la indiferencia a la Casa Rosada, que se niega a que el ministro de Economía, Luis Caputo, y el de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, concurran al Congreso.
En Balcarce 50 dicen que la sesión no es relevante y simplemente volverán a argumentar que no tienen relación con el tema. Pero no tomarán medidas para contrarrestar un tema que, creen, está “terminado” a pesar de que las investigaciones en la Justicia local y estadounidenses continúan.
De antemano, en el Gobierno aseguran que no los preocupa para nada la insistencia opositora. “El tema no le importa a nadie, excepto a los diputados”, dicen desde la cúpula libertaria, siempre atentos a la hora de tomar decisiones y accionar a la opinión pública. En la cartera de Economía se llamaron a silencio. En Justicia dijeron que cabe la posibilidad de que Cúneo asista. Pero la decisión final dependerá del poder central.
Hace dos semanas, en la primera interpelación los titulares de Economía y el de Justicia presentaron sendas notas sobre los motivos por los que no asistían a la cita. En resumen, dijeron que no tenían relación con el caso de la moneda $Libra que difundió el Presidente en sus redes causando perjuicios económicos a miles de damnificados. Y, al mismo tiempo, aludieron a problemas de “agenda impostergables” y “compromisos urgentes”.
Pero fueron citados nuevamente, también para una interpelación, con los mismos motivos. Esta vez, para el miércoles 14 de mayo. La sesión de la semana pasada había empezado tarde justamente por el faltazo de ambos, que se llevó dos horas de comentarios, durante las cuales el ministro coordinador, Guillermo Francos, que sí había asistido, debió quedarse tras bambalinas, impaciente -aunque finalmente, se quedó-.
La fecha coincide con la víspera del inicio de la veda de campaña de las elecciones de la Ciudad, un motivo adicional -aunque no se usará oficialmente- para la decisión del oficialismo de no dar el brazo a torcer frente al pedido de comparecencia. Creen que la convocatoria es “estrictamente política” y adelantan que no hay forma de que “Toto” y Cúneo cedan.
La decisión era de esperarse: asistir esta vez después del primer faltazo, cuando argumentaron que no tienen relación con los hechos investigados, sería admitir que, en realidad, algo tenían para aportar.