En un documento de Evaluación de la campaña 2025, la Asociación La Carrillo analiza las razones detrás de los votos. El trabajo releva las impresiones del encuestador y analista de opinión Pablo Ribeco en el Gran Catamarca, y de las notas de la campaña de información y capacitación sobre la nueva Boleta Única de Papel (BUP) con la Asociación “La Carrillo” en la calle. Esta información ha sido contrastando con bibliografía y análisis empírico de marketing político de las últimas décadas.
No pretendamos encontrar un voto totalmente racional. Las elecciones humanas no pueden ser reducidas a una función racional. En toda decisión humana existen razones, toda acción tiene sentidos. Lo que se pretende es encontrar la razonabilidad del voto: un mapa de las emociones, los cálculos y las identidades que decidieron una elección.
En este análisis se corrobora que el voto es un fenómeno complejo, donde lo emocional, lo racional y lo cultural se entrelazan de manera decisiva. El diálogo con la calle muestra una paradoja inquietante: quienes celebran el triunfo de Javier Milei son, a menudo, los mismos que sufren la precariedad laboral, las injusticias institucionalizadas, y la crueldad del gobierno nacional en carne propia.
La paradoja central es que estos sectores vulnerables apoyaron un proyecto que, según analistas, aspira a una “sociedad dual”: una economía competitiva para unos pocos ricos, famosos y profesionales calificados, mientras el resto queda confinado a un mercado laboral precarizado y sin protección social. Un 40% del electorado pareció tolerar al votar una larga lista de crisis: el empobrecimiento de jubilados, tarifazos, desfinanciación de universidades y hospitales, y una deuda externa creciente.
¿CÓMO SE EXPLICA ESTE COMPORTAMIENTO?
El voto es siempre “razonable” para quien lo emite, es multicausal, y se entrelazan en forma compleja al menos en tres dimensiones claves: la emoción, el cálculo, y la cultura. Haremos acá una síntesis de lo expresado en el documento de la Asociación La Carrillo:
EL VOTO EMOCIONAL: el imperio del sentimiento
Voto Fraterno: Se vota al dirigente cercano, que "se preocupa y se ocupa" de lo que te pasa, en contraste con la percepción de un líder ajeno o que alguna vez demostró desprecio.
Voto Prole: La figura del dirigente se asimila a un "Padre", creando una afinidad casi familiar. El votante, como "hijo", le otorga su apoyo, y el líder queda en deuda, en un vínculo que puede derivar en un intercambio mercantil.
Voto Bronca: “Peor no podemos estar, que se jodan los de arriba”.
Voto Egoísta Meritocrático: La mentalidad del: “A mí me va bien porque me esfuerzo; que los vagos se arreglen”. Refleja una indiferencia hacia lo público, sintetizada en frases como “Yo no tengo a nadie en el Garrahan, ¿por qué me tengo que preocupar?”.
Voto Estético: La adhesión a formas extremas y una identidad dogmática. En el libertarismo actual, se manifiesta con estéticas bizarras y apocalípticas, pero también existe una estética marxista, otra justicialista, otra nacional conservadora, y hasta una neoliberal pura. Prima la identificación con los modos y las formas por sobre el contenido programático.
Voto Hartazgo: La canalización de un rechazo visceral al "statu quo progresista". Emergen con fuerza sentimientos machistas, antifeministas, homofóbicos y xenófobos, una agenda conservadora reprimida que irrumpe violentamente contra lo percibido como "la casta".
Voto Miedo: La elección entre el “relato Disney” de Milei y el vacío o el recuerdo de los últimos 10 años.
Voto Anti: La consigna visceral: “No importa lo que tengamos que soportar, con tal de que no vuelvan”.
Voto Colonia: La ilusión de que “Argentina sea parte de EEUU”, un desarraigo identitario.
EL VOTO RACIONAL: el cálculo y la ética
Voto Ético: racionalidad orientada a valores. Incluye el “voto útil” (para frenar al gobierno actual) y el “voto por convicción” (coherencia con valores propios, a menudo de izquierda).
Voto Instrumental: Un cálculo de beneficios. Incluye el “voto mercancía” (“¿cuánto me pagan?”) y el “voto cuota” (1995), también el “voto apuesta” a slogans como el “salariazo” o el “fin de la casta”.
EL VOTO CULTURAL: la fuerza de la identidad y las estructuras partidarias.
Voto Identitario: Se vota un corpus de ideas y valores (ejemplo: la persistencia en el tiempo de un 40% de voto conservador en Argentina).
Voto Tribu o Mimético: La “burbuja de filtro” de las redes sociales polariza y crea cámaras de eco que amplifican las propias ideas, y fortalecidas por el sesgo de confirmación, por el cual creemos como verdaderas las noticias y opiniones que coinciden con las nuestras.
Voto Aparato: La maquinaria partidaria que moviliza votantes, aunque su poder disminuye con la Boleta Única de Papel (BUP).
LAS LECCIONES DE LA ELECCIÓN
La campaña dejó enseñanzas cruciales. Se dedicó más tiempo a explicar el mecanismo de la BUP que a debatir el proyecto de país, una falla comunicacional profunda. Además, se subestimó el peligro de confundir el microclima de las oficinas y las redes sociales con la realidad de la calle.
Los resultados mostraron matices clave:
En la Provincia de Buenos Aires, esta fue la mejor elección de medio término del Peronismo en 20 años, superando por primera vez los 40 puntos. Sin embargo, la ínfima diferencia de 0,50 puntos demuestra una sociedad fracturada y un equilibrio de fuerzas extremo.
En Catamarca, el debut de la BUP fue un éxito innegable para Fuerza Patria. Sus candidatos a Diputados Nacionales obtuvieron 97.988 votos, casi un 10% más que sus pares provinciales (88.614 votos) con boleta sábana, una brecha que en distritos como Valle Viejo superó el 20%. Esto prueba cómo un instrumento técnico puede potenciar una fuerza cuando las formas y los contenidos son claros y transparentes.
Como reflexión final, un dicho ilumina el camino: “Si tenés el poder, tenés que acelerar. Cuando no lo tenés, dependés de que el poder no acelere”. El oficialismo tiene ahora la capacidad de impulsar sus reformas, mientras la oposición debe construir una alternativa creíble. El verdadero proyecto ganador será el que logre conectar con emociones y razones, la búsqueda de un rumbo en un país navegando en la incertidumbre.
(*) Lic. en Administración y Lic. en Comercio Internacional. Especialista en Economía Social (EGESS-UNQ), es miembro de la Asociación La Carrillo y del Instituto de Investigación Cecilia Grierson.