Educación en articulación con la Corte de Justicia provincial, implementará por primera vez la enseñanza del Juicio por Jurados dentro del sistema educativo.
La decisión de la Corte de Justicia de Catamarca de incluir la enseñanza del procedimiento de Juicio por Jurados en el sistema educativo provincial es, además de innovadora, un aporte concreto y didáctico para la formación democrática de los jóvenes de la provincia. Bajo el programa denominado “Justicia en las Escuelas, Juicio por Jurado”, el máximo tribunal catamarqueño se convierte en pionero a nivel nacional al impulsar una iniciativa que apunta a formar a los jóvenes en el acceso a la justicia y las responsabilidades cívicas que ello conlleva.
El programa nació con el propósito de “informar y formar a los ciudadanos sobre sus derechos y responsabilidades, fortaleciendo la cultura democrática y el acceso a la justicia desde la educación formal”. No se trata solo de una política educativa, sino de una apuesta institucional que reconoce en la juventud un segmento de la población que requiere ser formado en los valores que sostienen el Estado de Derecho.
El juicio por jurado es, sin duda, una de las herramientas más genuinamente democráticas del sistema judicial. A través de él, la ciudadanía participa directamente en la administración de justicia, aportando una mirada plural y comunitaria en la evaluación de los hechos. Su principal virtud radica en lograr, a la hora de impartir justicia, un equilibrio entre la técnica jurídica, el sentido común y los valores sociales, fortaleciendo la legitimidad de las decisiones judiciales y acercando la Justicia a la sociedad. Además, promueve la transparencia de los procesos, reduce el riesgo de arbitrariedad y genera mayor confianza en las instituciones.
El programa que impulsa la Corte procura precisamente “acercar a los jóvenes al conocimiento de las funciones, principios y estructura del sistema judicial”, y “promover la comprensión del rol que la ciudadanía cumple en los procesos judiciales”. Su desarrollo incluye una instancia de aprendizaje activo: los estudiantes participarán en un simulacro de juicio por jurado, asumiendo los roles de jueces, fiscales, defensores y jurados populares. Lo harán debatiendo sobre casos hipotéticos inspirados en problemáticas actuales, como el grooming o el bullying, delitos que los jóvenes conocen de cerca, muchas veces como víctimas o testigos.
Esa dimensión práctica agrega una virtud pedagógica esencial, que es que la Justicia deja de ser un concepto abstracto para volverse una experiencia vivida. En ese ejercicio, los chicos y chicas aprenden que las leyes no son ajenas, que los derechos se defienden y que la participación ciudadana es un pilar de la convivencia democrática.
Programas como este, que se dictan en escuelas de toda la provincia, cobran especial relevancia porque tienden puentes entre la educación y las instituciones del Estado. Enseñar justicia en las aulas es enseñar ciudadanía. Y hacerlo desde una iniciativa judicial que apuesta por la formación cívica es, sin duda, un paso firme hacia una sociedad más consciente, más participativa y más justa.