Viajando de Catamarca a Salta somos, una vez más, testigos de las políticas de ajuste del gobierno nacional. En ese viaje comenzamos a preguntarnos por la verdadera “ruta del dinero”. El dinero es una realidad compleja, pero la función central es la de ser medio de cambio para facilitar las transacciones. Además, cumple funciones de unidad de cuenta (facilita la comparación de precios) y de depósito de valor (permite acumular riquezas). Desde la mirada de la antropología económica, el dinero siempre ha sido la representación de lazos sociales. Flujos de energías dispuestos en el juego social. Trabajo humano representado en la circulación de bienes y servicios para la vida y contradones representados por el dinero circulando. Si el dinero no circula, se cortan los lazos. Y creemos que eso es, en parte, lo que nos está pasando como sociedad.
Por las rutas argentinas
7:00Hs. Los doce operarios de la cuadrilla de mantenimiento rutinario de Vialidad Nacional no pueden salir a la ruta a trabajar, no pueden marcan grietas con el aerosol QuickSpot, porque el supervisor de Distrito le ha dicho al capataz que “no hay plata”. La fábrica VialCor S.A. no va a vender el marcador QuikSpot y sus 100 empleados directos en la Zona Industrial Ferreyra, Córdoba, no van a cobrar a tiempo, porque el jefe de Personal les dijo que “no hay plata”.
9:15Hs. La máquina selladora no podrá inyectar emulsión asfáltica que producía la planta de YPF de Ensenada. El camión cisterna no va a abonar peajes con IVA en la Autopista Buenos Aires-La Plata. Cada tonelada de asfalto movida entre La Plata y CABA, generaban $20.000 en impuestos federales, que ahora se va a dejar de cobrar porque el ministro de Economía dijo “no hay plata”.
11:30Hs.La cuadrilla no pudo compactar la base granular, ya que no pudieron sacar la compactadora de suelo Dynapac del obrador, porque no pudieron comprar los repuestos requeridos. El jefe de mantenimiento dijo “no hay plata”. El material de relleno que venía de la cantera Malanzán (La Rioja) no llegó. Se paró la planta porque no cobraron la orden del mes pasado. El explosivista de la cantera no pudo pagar su monotributo por su trabajo freelance; la empresa no pagó $45.000 en IVA porque no pudo comprar detonadores; la provincia no cobró regalías mineras por las piedras que no pudieron extraer. “No hay plata” dijo el Sr. presidente.
14:00Hs. La cuadrilla no pudo soldar las barandas de contención dañadas, ya que Vialidad Nacional no compró los perfiles de SIDERAR (San Nicolás, Provincia de Buenos Aires). Si las cosas siguen así y se generalizan para toda la industria, SIDERAR no pagará252millones de USD en concepto de IVA; 90millones de USD de Impuesto a las Ganancias; y casi 5millones de USD en impuestos a los créditos y débitos. En total, el Estado dejará de percibir 347millones de USD en tributos coparticipables. Y CAMESA dejará de abonar IVA por la electricidad que SIDERAR no consumirá. Todos impuestos coparticipables. Es que también hubo legisladores nacionales que dijeron: “no hay plata”.
16:45 Hs. La cuadrilla no pudo Renovarla señalización horizontal. La pintura termoplástica contiene resinas de Mendoza que dejó de cobrar los Ingresos Brutos deducidos; las microesferas de vidrio son importadas y dejaron de abonar Derechos de Importación; y no se adquirieron los pigmentos provenientes de Jujuy.
La grieta que desencadenó todo
Si los trabajadores viales encuentran una fisura de 3 cm y no la sellan, en 6 meses será un bache que puede hacer volcar a un camión. Repararla requiere asfalto de Petroquímica Pampa Energía en Rosario, que a su vez compra a YPF, que extrae petróleo crudo en Vaca Muerta, pagando regalías a Neuquén. El gasoil que consumía la pavimentadora Caterpillar, viene de una distribuidora de Tucumán. La distribuidora paga1.062$/litro (el 60% son impuestos nacionales y provinciales). La carne del almuerzo para la cuadrilla la compran en una carnicería local, que a su vez viene de un feedlot entrerriano que paga IVA e Ingresos Brutos. La harina se muele en un molino santafesino con IVA diferenciado.
En 15 km de ruta, esta cuadrilla habría generado casi dos millones de pesos en impuestos directos y poco más de un millón en impuestos indirectos, además de 24 puestos de trabajo en 7 provincias distintas. El 38% de ese dinero vuelve a la misma ruta a través de la coparticipación; a través de los Fondos Viales Provinciales y a través de subsidios a PyMEs proveedoras. En el trayecto de aproximadamente 600 km desde Catamarca a Salta por las RN38 y RN9, circulamos por rutas en mal estado, sin mantenimiento. Esto implica una pérdida de $4.266 millones en impuestos anuales; 3.840 empleos directos; y la pérdida de competitividad logística (es decir, el aumento de costos de transporte).
Todos estos relatos son ficticios, pero construidos con datos reales. Según el Sindicato de Trabajadores Viales y Afines de la República Argentina (STVyARA), alrededor de 2.800 trabajadores y trabajadoras de Vialidad Nacional quedaron en la calle entre despidos, pase a disponibilidad y no renovación de contratos. En Catamarca, esta política afecta a unos 200 trabajadores: 130 peones viales, 40 maquinistas y 30 administrativos.
El ajuste sin fin
El ajuste y la desidia empezó en el 2017, con la eliminación del "Fondo Especial para el Mantenimiento de la Red Vial Nacional", a través de la Ley 27.430 de “Reforma Tributaria”. Este impuesto significaba un 4% del precio de las naftas y del gasoil, con destino exclusivo a obras de mantenimiento de la Red Vial Nacional (bacheo, señalización, etc.). Como argumento para la eliminación del impuesto, se presentó en 2017 la necesidad de la “simplificación tributaria” y una promesa incumplida de reemplazarlo con partidas directas del presupuesto nacional. Así, Vialidad Nacional perdió aproximadamente $45.000 millones anuales (a valor 2024). De esta forma se pasa de una capacidad operativa para mantener 45.000 Km de rutas nacionales, a sólo 12.500 Km/año (2023).
Las consecuencias en el año 2024 fueron la reducción del 72% en mantenimiento preventivo y el aumento de aproximadamente 20% de accidentes viales(Agencia Nacional de Seguridad Vial). Según datos abiertos de la Dirección Nacional de Vialidad, durante 2024 los fondos para mantenimiento vial fueron: Préstamos BID/CAF (55%); Peajes (30%); Aporte de Provincias (15%).
Es de público conocimiento que, para el gobierno liberal libertario, las herramientas usadas para achicar el gasto del Estado son “la motosierra”; “la licuadora” y “el freezer”.
La “motosierra” es utilizada para eliminar gastos y partidas sin anestesia, es decir, se eliminan partidas completas, programas, áreas del gobierno, sin la expectativa de recuperarlas en el tiempo. Esto se viene haciendo con todo lo que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial llama “transferencias discrecionales” a las provincias. La mayoría de estas partidas son fondos específicos que, por leyes nacionales y en función de responsabilidades específicas de la Nación -como Educación, Salud, Seguridad, Justicia, Infraestructura, y otros- se transfieren sin ninguna discrecionalidad. En efecto, desde los años ’90, estos organismos presionan para que la única transferencia que se realice a las provincias sea la coparticipación de los impuestos federales. Y el gobierno liberal libertario lo está haciendo con una crueldad nunca vista: 90% de recortes en los primeros 6 meses de gobierno. Un ejemplo paradigmático de esta motosierra es la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). Además de los fondos específicos a las provincias, se aplica la motosierra a todas las reestructuraciones, fusiones, despidos, finalización de contratos, etc. en todos los ministerios y organismos autárquicos y descentralizados de la Nación.
La “licuadora” se aplica, por ejemplo, cuando los aumentos otorgados y las partidas asignadas se ajustan por debajo de la inflación, se dice que estos fondos se van licuando. Es el caso de las jubilaciones y de los salarios de los empleados públicos. Se licúan las obligaciones del Estado. El “freezer” se usa cuando se postergan obligaciones, como el retraso en el pago de las facturas a CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico), cuyas acreencias ascienden a: USD2.000 millones. Si, parte del superávit fiscal se explica por haber “pateado” gastos a ejercicios futuros.
Según la organización no gubernamental “Chequeado” (citando un informe de la consultora Ecolatina), en el primer semestre del gobierno nacional, el gasto público se había reducido en casi un 40% (a valor real). De ese supuesto ahorro, casi el 30% fue por la “motosierra”; el 60% por la “licuadora”; y un 10% por el aplazamiento de pagos (el freezer de la deuda con el sector energético).
Del total del recorte del gobierno liberal libertario en el primer año, a valor real y con las tres herramientas mencionadas, el ajuste a las jubilaciones y pensiones explican un 26%; los gastos de capital (obra pública) explicanun 25%; los subsidios económicos (transferencias que el gobierno otorga a empresas, productores o consumidores)explican el 13%,las prestaciones sociales otro 13%,y los gastos de salarios y otros gastos del Estado también explican un13%, las transferencias a provincias explican un 10%; y la inversión en universidades explica un 3% del ajuste.
¿Será por todo esto que, en el discurso inaugural de las sesiones de la legislatura provincial del primero de mayo, el Gobernador haya hecho tantas referencias a la eliminación o a la falta de envío de partidas del Gobierno Nacional?
Pero la motosierra no nos puede sorprender, ya que fue una promesa del entonces candidato liberal libertario y una promesa cumplida cruelmente. Las consecuencias, como se verifica en la falta de mantenimiento de las rutas nacionales 38 y 9, son dramáticas. Es que, para resolver una restricción presupuestaria en general podemos reducir los gastos, o podemos aumentar los ingresos, o hacer ambos a la vez. Si la decisión es reducir los gastos fiscales, y reducirlos a gran escala, la consecuencia es invariablemente la reducción de los ingresos fiscales. De esta forma, el ajuste afecta los ingresos y, en un mecanismo de bola de nieve, se produce la crisis total y el colapso del sistema.
La salida a esta crisis inevitable está en incrementar los ingresos. Generar actividad económica, producir, generar puestos de trabajo, bajar la carga tributaria a consumidores, emprendedores y PyMEs, e intensificarla con quienes atesoran. Es una verdad de Perogrullo que la forma de incrementar los ingresos fiscales debe comenzar por los que más capacidad contributiva tienen, y no al revés. Es decir, requiere de capacidad política para imponer tributos progresivos: aquellos que gravan más que proporcionalmente (es decir, con tasas más altas) los ingresos más altos y los excedentes más importantes. Sobre todo, aquellos excedentes que no se reinvierten en el mismo territorio que los genera.
Pero el gobierno nacional ha demostrado una insensibilidad bestial. Si seguimos las tendencias del partido gobernante a nivel nacional, cada vez se recaudará más de quienes menos capacidades tienen: de las y los trabajadores, de la clase media empresaria PyME, de emprendedoras y emprendedores, de las cooperativas populares, de sectores desocupados y changarines (a través del consumo); y se recaudará menos de aquellos sectores con capacidad: empresarios rentísticos, intermediación financiera, grandes herencias, grupos económicos trasnacionalizados, etc. Para eso vinieron.
Antes de cualquier decisión de política tributaria, será necesario hacernos una pregunta sobre la “ruta del dinero”: ¿quiénes son los que pueden generar excedentes y acumular, y cuáles son esos mecanismos con los que atesoran lo acumulado? Esa es, estimados lectores, la pregunta correcta.
(*) Miembro del Partido Solidario PSOL CATAMARCA. E-mail: [email protected]