viernes 8 de agosto de 2025
Análisis

La coparticipación federal en discusión

En estos días circulan versiones que cuestionan el Régimen de Coparticipación Federal de Impuestos. El Instituto de Economía y Finanzas de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración - UNCA, quiere expresar, sintéticamente, su opinión sobre un tema de vital importancia y complejidad.

La discusión de la distribución de recursos entre la Nación y las Provincias nació prácticamente con la Constitución de 1853. A lo largo de nuestra historia se han adoptado distintos modos de convenir o acordar las relaciones fiscales entre la Nación y las provincias hasta llegar al actual Régimen Transitorio que se aprobó mediante Ley 23.548 en el año 1988. La Reforma de la Constitución de 1994, entre otras cosas, le dio rango constitucional a la forma de la distribución de los recursos de este país federal a fin de acordar la armonización tributaria, adoptando el sistema de Coparticipación Federal de Impuestos (CFI), donde las provincias ceden a la Nación la facultad de recaudar y las provincias conservan la autonomía con relación a la aplicación de esos recursos y a las facultades no delegadas al gobierno nacional.

Además de las objeciones al actual régimen, se han escuchado, también, opiniones en las que se confunde el sistema de armonización tributaria nación- provincia con la aplicación eficiente de los recursos por parte de las jurisdicciones tanto nacional o subnacionales, es decir, el presupuesto anual de cada una de ellas: se hace una aseveración sobre el modo distributivo por habitantes y, a la vez, se objeta la falta de planificación en la ejecución de los recursos, lo que es materia presupuestaria de cada jurisdicción. Si el objetivo final de un régimen de coparticipación es contribuir a achicar brechas de desarrollo y reducir asimetrías entre las provincias, no podemos soslayar el siguiente diagnóstico: cuatro provincias producen el 69% del PBI (Provincia de Buenos Aires produce 32,5 %; CABA 19,7; Córdoba 8,7% y Santa Fe 8,1%).

Si se analiza por regiones, entre el Norte Grande, Cuyo y la Patagonia generan el 30 % del PBI. El Norte Grande, con diez provincias que la componen produce el 12,7 del PBI (1). Claramente no se puede discutir y calificar el mecanismo de relación fiscal sin plantear seriamente un modelo de desarrollo de país equilibrado que no abandone a su suerte a las provincias de menor desarrollo relativo. En el entramado fiscal argentino, la CFI representa mucho más que una fórmula de reparto: es el sustento vital para provincias como Catamarca, donde más del 80% de los ingresos provienen de fondos nacionales. Esta transferencia automática de recursos desde el Estado nacional hacia las jurisdicciones provinciales permite sostener servicios esenciales, ejecutar obras públicas y garantizar el funcionamiento institucional.

Por ello, cabe aclarar que el sistema ha nacido con carácter solidario ya que la norma constitucional dispone que ”… será equitativa, solidaria y dará prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional.” Esto es la base del sistema, y fue tomado de acuerdo a la historia del desarrollo de nuestra nación, teniendo en cuenta las disparidades en la capacidad económica de cada región. Cambiarlo, en cualquier sentido, sin una discusión integral, implicaría una mayor profundización de las brechas económicas y sociales que ya existen entre las provincias.

Instituto de Economía y Finanzas de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración - UNCA

(1) Propuesta para un nuevo régimen de Coparticipación Federal. R. Dib Ashur

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