En los últimos años hubo una reducción de la tasa de embarazo no intencional en adolescentes.
Desde hace más de un año, el gobernador Raúl Jalil, menciona de manera sistemática que se han reducido los nacimientos en la provincia. No es un capricho o una ocurrencia, es una narrativa que vienen instalando para justificar recortes en Educación, Salud, Vivienda y demás. El chivo expiatorio que utiliza para explicar por qué hay que hacer ajustes, o vender el litio, es la legalización del aborto.
La verdad es que la tasa de natalidad comienza a bajar en 2014, mucho antes de la Ley 27.610 de IVE. Y lo que se reduce es la tasa de embarazo no intencional en adolescentes. O sea, quienes están consternados por esto, y buscan revertirlo, quieren que las adolescentes cursen embarazos no planificados, ni deseados.
Sabemos lo que significa que una adolescente sea madre a temprana edad:
Abandono escolar.
Imposibilidad de conseguir trabajos bien remunerados.
Necesidad de recurrir a la asistencia del estado para sobrevivir.
Hay una tendencia mundial a la baja en la tasa de embarazos no internacionales, pero responde a factores mucho más complejos, como la inviabilidad de proyectos de vida a largo plazo, la crisis social, la climática, entre otras.
En una reciente entrevista, el sociólogo Daniel Schteingart, explicó algo que está a mano de cualquier ciudadano/a de a pie: las estadísticas vitales publicadas.
En su análisis, se pueden encontrar datos tales como: "No se está despoblando la Argentina, la población sigue creciendo. Crece más lentamente. Si la tendencia esta se consolidara en 20/30 años podrías empezar a tener algo como en Japón. Los fallecimientos todavía son bastante más bajos que los nacimientos, por eso la población sigue creciendo".
Que las personas, desde hace más de una década, hayan comenzado planificar si desean o no ser madres/padres, trae amplios beneficios. En el siguiente párrafo lo explica: "El porcentaje de mujeres que participan en el mercado laboral hoy es el máximo desde que hay registro. El porcentaje de las mujeres que no trabajan ni estudian hoy está en su nivel más bajo desde que se mide". Más y mejor calidad de vida.
La eliminación de políticas públicas como ENIA (Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia) ponen en riesgo la Educación Sexual Integral, el acceso a preservativos y otros métodos anticonceptivos.
No sólo aumentarán los embarazos no intencionales, sino que seguiremos en el podio de las provincias con mayor índice de VIH, sífilis y otras infecciones de transmisión sexual. No puedo dejar de mencionar que también el gobierno nacional ha paralizado los programas que prevenían estas ITS y acompañaban a quienes las habían contraído, obteniendo resultados muy alentadores.
En conclusión, es una verdad al descubierto que el Plan de los actuales gobiernos es someter a las adolescentes a reproducirse como máquinas, sin importar el costo. Necesitan mano de obra barata para poder seguir moviendo una maquinaria que sólo trae beneficios para un minúsculo grupo.
Lo que debería ocurrir es que se garantizara la calidad de vida, el acceso a las oportunidades y la posibilidad de poder pensar y decidir con verdadera libertad.
(*) Docente - Comunicadora y activista en Eulalias, comunicadoras feministas de Catamarca.