El 18 de enero pasado se cumplieron dos años del asesinato de Hugo Ariel Ocampo, el empleado de seguridad privada cuyo cuerpo fue arrojado a un aljibe ubicado en cercanías a la localidad de Antapoca.
El 18 de enero pasado se cumplieron dos años del asesinato de Hugo Ariel Ocampo, el empleado de seguridad privada cuyo cuerpo fue arrojado a un aljibe ubicado en cercanías a la localidad de Antapoca.
A diferencia de otras causas judiciales que en tiempo récord fueron elevadas a juicio y los autores ya están cumpliendo la pena en el Servicio Penitenciario Provincial, en el caso de Ocampo esto no sucedió. El expediente aún navega por los pasillos de Fiscalía a la espera del resultado de una pericia que permita poner punto final a la investigación.
El informe en cuestión es un análisis que debe realizarse en dos teléfonos celulares. Primero, Gendarmería Nacional no consiguió “abrir” estos dispositivos por lo que en diciembre, la fiscal de la causa, Yésica Miranda, ordenó que los aparatos sean enviados a Tucumán. Allí, la Policía Federal con un aparato de última tecnología intentará desbloquear los celulares para que los peritos puedan tener acceso al contenido de los teléfonos que pertenecen a los dos sospechosos del crimen: Cintia Soledad Bazán y Enzo Morales. Ambos están detenidos desde la fecha del hecho.
Según comentó Carlos Ocampo, hermano de Hugo Ariel, hay testimonios y otras pruebas científicas que incriminan a Morales y a Bazán pero solo resta esa pericia para que la Fiscalía clausure la etapa de investigación y el caso se debata frente a un jurado popular.
Pese a los importantes avances en materia forense, las falencias saltan a la luz cuanto más complejo es el caso judicial que se investiga
“Pensábamos que para esta fecha ya iba a estar el juicio ya hecho”, dijo el hermano, quien no criticó la labor de la fiscal Miranda sino que se mostró molesto por los tiempos y las demoras para conocer los resultados de las pericias.
Desde hace más de dos años la familia espera con ansias que la causa sea finalmente elevada a juicio y que los dos sospechosos sean condenados. No obstante, una vez más las expectativas de los deudos chocan contra las falencias del sistema judicial. En este caso son dos celulares que no pueden ser desbloqueados y que la familia espera los resultados desde el año pasado, pero por falta del equipamiento necesario no puede realizarse dicha tarea en el Laboratorio Satélite Forense.
Los elevados costos para la adquisición de la aparatología necesaria y la consecuente capacitación para el personal impiden que la provincia pueda disponer de tecnología de punta para llevar adelante todo tipo de pericias. Sin embargo, en comparación con años anteriores, Catamarca ha evolucionado considerablemente. Por citar un ejemplo: desde diciembre del 2021 en la provincia se pueden analizar muestras de ADN, lo cual le otorga celeridad a las causas ya que en el pasado estos cotejos se efectuaban en laboratorios de Jujuy y Salta, lo que implicaba una demora entre seis y ocho meses para conocer los resultados.
Pese a los importantes avances en materia forense, las falencias saltan a la luz cuanto más complejo es el caso. Y esta es una deuda pendiente del sistema para un rápido esclarecimiento de las causas y un adecuado servicio de justicia para la comunidad.