Histórico. Por primera vez, sin ediles en el CD de la Capital.
El radicalismo catamarqueño sufrió ayer un duro revés electoral que marcará un punto de inflexión en su historia política provincial. Somos Provincias Unidas apenas alcanzó el 9,06% de los votos en las elecciones legislativas, un resultado que significó la pérdida de cuatro de las seis bancas que ponía en juego en la Cámara de Diputados provincial. El magro caudal electoral apenas le permitió al partido centenario renovar dos de sus seis bancas legislativas. Los únicos que lograron retener sus escaños fueron Luis Fadel y Alicia Paz, quienes pudieron convalidar sus mandatos con este ajustado resultado.
La contracara del escaso porcentaje obtenido es que cuatro legisladores radicales de la Cámara baja dejarán sus bancas en diciembre sin posibilidad de renovar sus mandatos. Se trata de Alfredo Marchioli, Alejandra Pons, Carlos Marsilli y Cristina Gómez. Estos legisladores culminarán sus funciones cuando expire el período legislativo a fin de año. Esta merma en la representación parlamentaria del radicalismo refleja una tendencia de declive que viene manifestándose en las últimas elecciones y que ahora alcanzó su punto más crítico en la historia reciente del partido en la provincia.
Tal vez el golpe más significativo para el radicalismo se registró en el ámbito capitalino. Somos Provincias Unidas obtuvo apenas un 4,21% de los votos en la ciudad de Catamarca, un porcentaje insuficiente para acceder a una banca en el Concejo Deliberante de la Capital. Este resultado configura un precedente histórico: se estima que por primera vez el radicalismo no ocupará una banca en el cuerpo deliberativo capitalino, un hecho sin antecedentes que marca la profundidad de la crisis electoral que atraviesa el partido.
Durante décadas, el radicalismo había mantenido una presencia ininterrumpida en el Concejo, incluso en sus peores momentos electorales. Que ahora no cuente con ningún representante en el órgano legislativo de la Capital representa un quiebre simbólico de enorme magnitud para una fuerza política que supo ser protagonista central de la vida política catamarqueña.