Por Carlos Bulacio
El beneficio es para las tres hijas que tuvo con la víctima, por cuyo asesinato está detenido con prisión preventiva en el penal de Miraflores. Además, subastarán su caballo peruano.
Por Carlos Bulacio
El Juzgado Civil, Comercial, de Familia, de Violencia Familiar y de Género de la Sexta Circunscripción Judicial, a cargo de Fernando Adet Caldelari, dispuso que “con la mayor brevedad posible” se entregue a la madre de Milagros Vázquez (23) un dinero que Juan Carlos Aguilar (53) tenía en una caja de ahorro, en concepto de alimentos para las tres hijas que tuvo con la joven asesinada, que debieron quedar a cargo de su abuela.
Paralelamente y por lo oneroso que resulta el mantenimiento de un equino al que además no se le da uso (Aguilar era propietario de un caballo peruano que le fue entregado a la misma madre de Milagros), se dispuso que el animal sea subastado al mejor postor.
Renglón aparte y en línea con los demás fallos emitidos en el marco de esta y otras causas, el juez resolvió: “Además ordeno que se dé intervención a los Ministerios Públicos Fiscal y Pupilar”, para que las cuatro sobrevivientes de Aguilar -la abuela y las tres niñas-, tengan un acompañamiento acorde y a la medida de la completa vulnerabilidad en la que viven.
Por otra parte, a través de un oficio, solicitó a las autoridades del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) que oficialmente se notifique a Aguilar que desde octubre se descontará de sus haberes una suma de dinero en concepto de cuota alimentaria para sus tres hijas menores de edad, que no venía abonando.
A estas medidas se suma otra emitida en octubre, con la cual se restituyó a la abuela y a las tres niñas la modesta casa en la que Aguilar, Milagros y sus hijas habían vivido hasta que se produjo el femicidio.
Es que luego del crimen perpetrado por Aguilar, la vivienda quedó en poder de dos hijos que el hombre había tenido en una relación anterior, quienes se negaron a entregar a las niñas sus prendas de vestir, muebles, documentos y libretas sanitarias.
Como consecuencia de esa negación, desde el 13 de julio hasta fines de octubre las menores vivieron en total hacinamiento junto a ocho familiares más en una precaria casa compuesta de dos habitaciones, un excusado y un habitáculo que utilizaban como comedor, cocinando con leña, en el suelo.
La casa que les fue entregada será para uso exclusivo de ellas, mientras avanza la causa penal contra Aguilar y el pedido de jury de enjuiciamiento para el juez de Cámara Fernando Esteban (ver al final).
Días antes de ordenar la restitución del inmueble, el mismo juzgado dispuso que personal de la Policía acompañe a la familia Vázquez a la casa en cuestión para que pueda retirar unas camas, colchones, los documentos, una heladera, un ventilador y una cocina sin funcionar.
Finalmente, las cuatro mujeres fueron a vivir en la casa que no tenía conexión al tendido de la red eléctrica ni instalación interna. Según se informó, con el apoyo de amigos compraron los materiales necesarios para realizar una instalación eléctrica externa (por fuera de las paredes) y la conexión al tendido de la red de la EC SAPEM.
"La casa está muy linda, tiene piso cerámico y un baño. Le falta una puerta y otras cosas pero poco a poco vamos a ir mejorando", dijeron desde el entorno de la familia Vázquez.
Aguilar, único detenido en la causa, está alojado en el penal de Miraflores imputado por “homicidio doblemente calificado por mediar relación de pareja y femicidio, en concurso ideal y en calidad de autor”.
La abogada Marcela González, querellante particular en la causa contra Aguilar, solicitó a la Corte de Justicia que promueva un jury de enjuiciamiento contra el juez decano de la Cámara de Sentencia en lo Criminal N°1, Fernando Damián Esteban, por las decisiones que tomó en 2018 en un juicio por abuso sexual contra Aguilar, quien fue absuelto.
Esteban presidió el Tribunal que entonces estuvo integrado por los jueces Carlos Alberto Roselló y Ramón Porfirio Acuña, que ya se jubilaron.
Aguilar estaba imputado por "abuso sexual con acceso carnal agravado por la relación de convivencia de la víctima (dos hechos)”, y "lesiones leves agravadas por violencia de género (un hecho), todo en concurso real y en calidad de autor". Acuña votó en disidencia contra la absolución. Esteban y Roselló, a favor.