Vega se proclamó ganador, pero también Castillo se adjudicó el triunfo. Vega responde a Luis Barrionuevo.
La elección en UTHGRA Catamarca quedó opacada por una profunda controversia, ya que ambas listas se proclamaron ganadoras en medio de acusaciones cruzadas y la polémica por la impugnación de la urna del departamento Belén, cuyos votos resultaron determinantes para revertir el resultado que se había conocido el lunes.
Según el recuento oficial que defiende la Lista Celeste, encabezada por Fabián Vega y alineada con el oficialismo nacional de Luis Barrionuevo, ellos se habrían impuesto por apenas tres votos, en una elección que resultó 141 contra 138. Sin embargo, esta victoria depende exclusivamente de los sufragios provenientes de la urna de Belén, que la lista opositora Gris y Naranja, liderada por Abel Castillo, impugnó desde las primeras horas de la mañana y que había cuestionado ya el lunes durante el comicio.
Castillo afirmó que impugnaron la mesa "porque no reunía las condiciones" y explicó que con esa impugnación tomaron la decisión de no buscar más votantes en esa localidad porque consideraban que la urna debía ser anulada. Castillo se proclamó ganador el lunes por la noche, cuando se escrutó la urna de la Capital, en la que se impuso la Lista Gris y Naranja por 131 a 98.
La impugnación presentada en Belén se realizó por el mecanismo de votación. Según indicaron, se permitió el voto de personas que fueron a la urna sin presentar su recibo de sueldo, requisito que habría sido impuesto por el oficialismo.
Fabián Vega, que conduce el gremio desde el fallecimiento de Juan Carlos Rojas, rechazó tajantemente las acusaciones, aseguró que sus contrincantes montaron "un acting tremendo", y defendió la normalidad del proceso electoral en Belén. "Fueron elecciones totalmente normales", aseguró, y cuestionó la estrategia de sus rivales.
"Apenas se iniciaron los comicios ya hablaban algunos abogados de la lista opositora acerca de la impugnación", reclamó. El candidato oficialista enfatizó que tanto apoderados como fiscales de la oposición firmaron el acta electoral, lo que a su juicio valida los resultados. "Si no hubiera sido normal, los apoderados de esa lista no hubieran firmado el acta de las elecciones", argumentó, en diálogo con El Ancasti, donde se mostró junto a dos pizarras en las que se había hecho el recuento.
Vega además criticó que la oposición se proclamara ganadora prematuramente con los resultados parciales de la Capital. "Nosotros fuimos más cautos y esperamos la urna de Belén", explicó. "Cuando vieron que en Belén estaban perdiendo, ahí nomás quisieron salir a impugnar. Esto es como un partido de fútbol. Ellos se fueron ganando el primer tiempo, pero hay que jugar el segundo", ironizó y agregó: "Se olvidan del interior. Hay que contar las dos urnas".
Pese a la polémica entre ambos, Vega aseguró que las puertas "están siempre abiertas" ante un eventual diálogo con su contrincante.
Castillo había sido citado a las 13 horas a la sede, pero al llegar se le impidió el ingreso. Desde ese momento el clima en la puerta de Gastronómicos se caldeó y la paciencia se agotaba a medida que llegaban más adherentes de la lista opositora. La situación se tornó aún más tensa durante la tarde de ayer, cuando integrantes de la lista Gris y Naranja denunciaron que la apoderada legal de su agrupación, Martha Parón, fue retenida en la sede del gremio ubicada en calle Prado 415. Según Castillo, la presionaban para que firmara el acta que cancelaba la impugnación de la urna de Belén. "Al negarse a firmar la tenían prácticamente secuestrada", declaró el dirigente opositor, quien añadió que la mujer luego fue a atenderse al hospital.
Vega negó rotundamente estas acusaciones. "Es una mentira total. Estuvimos todo el día con ella acá y hubo fiscales, integrantes de la Junta Electoral y seguridad todo el día", afirmó. "Si hubo violencia, la invito a hacer la denuncia correspondiente", desafió. "Son malos perdedores, por eso hacen lo que hacen", reclamó.
La elección de los Gastronómicos tuvo inconvenientes ajenos a la seccional Catamarca. Inicialmente estaban previstas tres urnas: una en Capital, otra en Belén y otra en Antofagasta de la Sierra. Con la suspensión de las elecciones, para cuando se pudo reactivar no se podía acceder a los campamentos mineros, así que por una cuestión logística quedaron sin votar unos 200 trabajadores de El Peñón, Antofagasta y Fiambalá, porque no pudieron llegar a la urna de Belén.
