Desde Hualfín, Ingrid ofrece su vino “Mis Ancestros”, el cual fue presentado junto al libro “Violencias Patriarcales -Coloniales y Resistencias Sociales en Catamarca”, el pasado 14 de diciembre.
El 14 de diciembre fue presentado el vino Malbec de Ingrid Cruz que recibe por nombre “Mis Ancestros”. Un vino cuyo origen es de Hualfín, al igual que su autora. En la ocasión también se hizo la presentación del libro de la colectiva Jarillal “Violencias Patriarcales -Coloniales y Resistencias Sociales en Catamarca” de las profesoras María Belén Verón y Alejandra Gutiérrez Saracho.
El evento se llevó a cabo en el local de comidas “Gustos Catamarqueños” y contó también con la presencia de Anita Carrizo “La Más Bonita” con sus coplas y Ana Radusky desde Andalgalá.
Ingrid es Técnica Enóloga y Sommelier en formación. Es una luchadora feminista que contó como el vino fue parte de su proceso de sanación.
“Para mí, el vino es mucho más que una bebida; es la expresión de la tierra, el clima y el esfuerzo de todos los que trabajamos en su creación. Mi objetivo es producir vinos que cuenten la historia del Valle de Hualfín, respetando la tradición, pero también buscando innovar en cada botella. El buen vino no solo nace en el viñedo, sino en el respeto por el entorno y el conocimiento profundo de cada fase del proceso”.
Los viñedos de procedencia tienen certificación orgánica de la OIA (Organización Internacional Agropecuaria, producto de un convenio entre pequeños productores y la Universidad Nacional de Catamarca) que garantiza el cultivo sin el uso de productos químicos sintéticos, asegurando la pureza de los sabores y una conexión más directa con la tierra y el entorno natural.
El encuentro entre la colectiva Jarillal e Ingrid Cruz se dio a partir de la denuncia en 2018 como sobreviviente de abuso eclesiástico cuando era niña.
“Estas redes son las que le han permitido transitar y resignificar de manera colectiva una situación de injusticia y dolor. En este proceso, ha sido muy importante la escucha, el abrazo y el acompañamiento en el reclamo de justicia”, reza el comunicado de invitación del evento.
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Una historia de resiliencia
En diciembre del 2018, Ingrid Cruz denunció penalmente al sacerdote Moisés Pachado. Lo acusaba de abusos sexuales perpetrados durante su infancia, a fines de la década de los noventa en Hualfín. Pachado era un hombre muy cercano a la familia de la joven. “Mi familia es bastante religiosa. Él entraba y salía de casa. Usaba el auto de mi mamá e inclusive íbamos a la casa de su familia en verano. Era muy cercano”, relató en una entrevista con el programa “Siete y Medio” de Multimedios Ancasti.
El contexto de su denuncia fue la acusación desplegada por la actriz Thelma Fardín contra Juan Darthés. El impacto de esa denuncia tuvo como consecuencia la visibilización de relatos de jóvenes y adultas que habían sufrido ataques sexuales en algún momento de su vida. Unos de estos casos fue el de Ingrid que primero expuso lo sufrido en sus redes sociales pero posteriormente lo plasmó en una denuncia en la Fiscalía de Belén. Además se constituyó en querellante en la causa, lo que le permitía tener acceso al expediente y aportar pruebas en el proceso.
Pachado finalmente fue imputado por dos hechos de abuso sexual pese a los intentos de su defensa de que la causa se archive, ya que sostenían que los hechos habían prescripto. El expediente avanzó y cuando estaba a un paso de ser elevado a juicio, el sacerdote falleció. Fue en junio del 2022.
Ingrid, en su adolescencia, se marchó de Hualfín y se radicó en Tucumán en donde conoció a su actual pareja y pudo formar una familia. En el 2019 comenzó en Cafayate a estudiar la carrera de Enología y tras recibirse comenzó a erigir el sueño de crear su propio vino.
“Mi sueño era poder elaborar vino poder poner en alto el terroir de Hualfín” manifestó.
“Mi anhelo es tener una bodega más grande y poder sumar productores que se animen y les gusten. Me gustaría posicionar a Hualfín en el lugar que se merece”, manifestó.