La Hemeroteca Municipal está ubicada en el ex El Principito, en el pasaje Narváez. Tiene un archivo de 25 diarios y revistas de la provincia.
Cruzar la puerta y entrar a la Hemeroteca Municipal es viajar al pasado. Es inevitable detenerse en las páginas de los primeros diarios que tuvo la provincia y sentirse atrapado por el estilo en la redacción, los hechos que eran considerados noticias, las fotografías. Revista Express fue hasta la Hemeroteca Municipal para recorrer el pasado, conocer nuestra historia y poder preservar la memoria.
“Una hemeroteca es una biblioteca en la que se guardan, preservan y clasifican, diarios y revistas para su consulta”, explica Alejandro Farfán, el director de Cultura de la Municipalidad de la Capital. “Se resguardan 25 periódicos y diarios que muchos de los cuales la gente no tiene conocimiento”. Nombró a “El Ambato”, “La voz del pueblo”. También se encuentran las colecciones completas de El Ancasti, La Unión y El Esquiú. “Además se preservan revistas provinciales y nacionales, como “Caras y Caretas”.
Estos ejemplares estaban atomizados en la Biblioteca Municipal Domingo F. Sarmiento y en la Biblioteca Municipal Pbro. Ramón Rosa Olmos. Hoy todo está concentrado en el edificio del ex El Principito, la escuela que estaba ubicada sobre pasaje Narváez entre Chacabuco y San Martín.
“La hemeroteca estará lista a fin de año” anuncia Farfán.
Christian Morales es el coordinador de la hemeroteca y formó parte del trabajo fino de resguardo y conservación de los ejemplares.
“El más viejo es del 1875, de El Ambato. Los ejemplares están en buenas condiciones y estamos en proceso de digitalización. Diarios como El Ambato, La Voz del Pueblo o El Autonomista nunca estuvieron de manera fácil el acceso. Ahora en un proceso digital van a poder acceder de manera más fácil y segura e inclusive podrán hacerlo de manera remota”.
La hemeroteca está distribuida en la planta baja. En un sector está el archivo fotográfico, en el otro los diarios y revistas -el olor es inconfundible- y, finalmente, un espacio de lectura, en donde hay espacio para que quince personas puedan acceder a los ejemplares, tomar fotografías o escanearlos si es posible.
El espacio recibe a diario visitas de estudiantes de la carrera de Historia, pero también es común encontrarse con periodistas o público en general que buscan alguna publicación de un familiar. “Los estudiantes vienen por cuestiones precisas. Tienen un dato específico, pero también hay gente que vine buscando algo de sus familiares porque recuerdan algo o también vienen por temas judiciales, quizás algunos edictos, etc. El abanico de personas es muy grande y es continuo. Los asesoramos y vamos preparando el material”.
Junto a Christian trabajan en la puesta a punto de la hemeroteca Lorena Reartes, Johana Centeno, Rodrigo Brizuela, Verónica Taurel, Alejandra Segura, Sergio Robledo y Juan Cruz Domínguez. El espacio trabaja en doble turno y de lunes a viernes.
A partir de un convenio entre la Hemeroteca Municipal, la UNCA y el CONICET recibieron un escáner para la digitalización de periódicos. “En algunos casos es sencillo, pero hay otros ejemplares que hay que reconstruirlos, limpiarlos. Hay que armar las páginas, encuadernarlos y eso los protege un montón”. Es un trabajo paciente, quirúrgico cuyo único y valedero fin es preservar la memoria, una frase que repite con frecuencia Christian.
El sector de las fotografías es un tesoro. Acomodadas prolijamente en cajas están ordenadas alfabéticamente. También hay cajas separadas por temáticas: policiales, deportes, entre otras.
“Del archivo fotográfico de La Unión, unas 65 mil o 70 mil fotografías, se logró recuperar el mismo orden que tenían, el mismo sistema de clasificación. Todo eso se está subiendo a un sistema, se digitaliza”, explica a RE, Christian.
“Lo más valioso y que cada vez se vuelven más importante son los periódicos del siglo XIX y la gran producción de revistas que hubo en Catamarca en la mitad del siglo XX. En el tema fotografía, la gente se emociona mucho cuando empieza a buscar y encuentra rostros conocidos, esas son las más importantes. La gente se emociona cuando encuentra carteles de comercios como “Casa Tía” o “Tiendas Argentinas” o de calles que iban en un sentido y ahora van en otro… pero la mayor emoción es cuando encuentran rostros conocidos. Tenemos una memoria de 40, 50 años de fotografías en Catamarca”.
En ese sentido, semanas atrás se firmó un convenio de colaboración mutua entre la Municipalidad de la Capital y la Facultad de Humanidades para identificar fotografías que forman parte de la colección. “Se estima que esta colección abarca entre 1.500 y 3.000 imágenes, las cuales, lamentablemente, carecen de identificación. Estas fotografías se remontan a las décadas de los 50, 60 y 70, y su valor histórico es incalculable”, publicaron en la página web de la municipalidad capitalina.
Preservar la memoria
La última pregunta a Christian Morales es ¿cuál es la importancia para una comunidad la existencia de una hemeroteca?
“La importancia es preservar y cuidar la memoria nuestra. Nos dicen “hay que digitalizarlo”, pero sí, eso también ocupa un espacio en servidores. Preservar la memoria nuestra es lo más importante, hay diarios que se han preservado durante 100 años y hay que mantenerlos para que duren 100 años más, porque detrás de cada gente hay gente que lo escribió, que lo imprimió, y detrás de cada foto hay fotógrafos, hay archivistas… Esa es la mayor importancia preservar la memoria, en momentos que a veces intentan ocultarla”, expresó.