Contame sobre tu vida en Catamarca y cómo terminaste en Buenos Aires y todo lo que vino después que te llevó a vivir en cuatro países.
La abogada, escritora y periodista catamarqueña que reside en Buenos Aires presentó el 27 de septiembre su segundo libro. La presentación fue en el Centro Cultural Borges. Dialogó con Revista Express sobre su nueva obra y sus proyectos.
Contame sobre tu vida en Catamarca y cómo terminaste en Buenos Aires y todo lo que vino después que te llevó a vivir en cuatro países.
Catamarca tuvo lugar en mi vida hasta mis 16 años, momento en que terminé la secundaria, en el afán de querer emigrar y conocer el mundo, rendí el último año libre, cursé el primer semestre en la Facultad de Derecho, para luego irme a un intercambio estudiantil a USA que mi padre organizó.
Indudablemente siempre quise navegar por otros espacios, porque no paré de absorber otras culturas hasta el día de hoy.
Mi madre con su sentido artístico fue parte fundamental de mi libertad, una pianista es un alma que vuela.
Debo decir que provengo de una familia muy conservadora y moderna a la vez, pero conservadora al fin, que es parte de la historia catamarqueña en su crecimiento y formación con mi abuelo Alfredo Carabús, ciudadano catalán que huyó por la ley de mayorazgo –ley que indicaba que el hermano mayor debía ser cura.
Mi padre a su vez estudió Sociología en Buenos Aires y vivió 20 años aquí, innegablemente seguí sus pasos y el de mi madre que estudió afuera también, en mi sangre corría el imperativo de buscar nuevas perspectivas.
En Buenos Aires primero terminé mi carrera de Abogacía, y el peregrinar empezó en España en el año 2010, luego Londres, México (con terremoto incluido), para finalmente mudarme a New York; ciudad que lejos de gustarme me pareció obscena en comparación con la civilizada Londres. Volví a Buenos Aires en el año 2018.
Borges solía decir, tengo tantas patrias como países he conocido. Creo que: cuantos más territorios vividos más rica la mirada sobre el mundo. Ese es el nombre de mis columnas en uno de los medios para los que escribo.
Estás por presentar tu segundo libro que lleva el nombre “Roma incendiada de verbos”, el cual me resulta difícil de encasillar. ¿Cómo lo describirías vos?
"Roma Incendiada de Verbos", es un grito, un ensayo donde la poesía y la prosa expresan a viva voce la realidad de esta sociedad actual, perdida en lo superficial, como la arena en el desierto.
Los títulos como los poemas generalmente son producto del extraordinario inconsciente. Más allá de ello, incontestablemente este observar que nuestro terreno semántico va quedando huérfano, vacío... vacío de verbos con significado real de construcción social y cultural, ver que la identidad que supimos construir como seres humanos se desintegra, seguramente me llevó a un presente incendiado.
Visibilizar o poner en evidencia nuestro acontecer es lo que sin pensar quedó plasmado en el título. Aunque debo reconocer que sin querer en el anagrama de “Roma” el “Amor” solapado vuelve a renacer como camino de encuentro con lo que somos.
Indudablemente estoy esperando que la rueda gire y volvamos a renacer con un sentido de cooperación hacia el prójimo.
Últimamente estamos viviendo en un espejo que sólo refleja desagradables y desapasionadas individualidades, pareciera que queremos morir encandilados.
¿Cuánto hay de la Pilar periodista en tus escritos?
La Pilar comunicadora está desde que daba discursos en el moisés según me dicen. Dejé el Derecho para dedicarme a la radio, a escribir columnas, libros, a realizar entrevistas en New York… con la idea férrea de humanizar a los artistas, a las figuras.
Yo diría que en mis escritos está además la Pilar justiciera, la que brega por un mundo que equipare lo mucho o poco que conseguimos como ciudadanos desde el nacimiento de la Polis en Grecia. También el legado familiar de honrar un apellido -sé que suena muy antiguo- pero vengo de allí, creo en ello. Mi abuelo generaba herramientas para que muchas familias catamarqueñas pudieran comer. Tuvo una mirada social, supo construir asociaciones, emprendimientos y demás proyectos con un propósito de comunidad. Creía en la colaboración como punto de unión, como parte fundamental del entramado de una sociedad próspera.
Ese espíritu cosmopolita que fui adquiriendo me permitió derribar toda clase de falsos conceptos e idealizaciones. En Londres llegué a conocer a uno de los líderes que organizaron el "Brexit": referéndum cuyo fin fue la salida de Reino Unido de la Comunidad Europea. Esa situación me permitió debatir el ¿por qué yo como ciudadana española - europea debía dejar Inglaterra?, no pudieron contestar con reales fundamentos, sólo me dijeron que si estaba calificada podía quedarme. Parece que el conocimiento y la educación abren puertas...
En uno de tus textos hablás del rescate del antiguo español, también cuestionás esta irrupción de las nuevas tecnologías y redes sociales como mecanismos que prevalecen para comunicarnos con el otro. ¿Pensás que todavía estamos a tiempo de revertir esas conductas?
Ya no le interesa a nadie sentirse seducido por un ser que habla con arte, hoy lo único que importa es la imagen, el marketing destruyó cualquier posibilidad de embellecimiento intelectual. Honestamente creo que tiene más posibilidad de sobrevivir alguna pequeña comunidad indígena de nuestro pueblo Belén, que nosotros. La globalización mató la identidad de un Alfonso el Sabio, de un Cervantes, un Hernández, un Miguel de Unamuno.
Los docentes hoy están en el rango más bajo de la sociedad, eso nos da un panorama de lo que sucede, están completamente desprotegidos.
La tecnología vino a empobrecer el conocimiento como puente de movilidad social. Hoy da lo mismo cómo hablés o lo que estudiés, porque para sobrevivir el único leitmotiv es tener la habilidad de saber hacer dinero.
Los mecenas hoy ya no existen, nadie apoya a corrientes intelectuales, filosóficas, artísticas, hoy sólo vemos inversores que ofrecen sus activos al postor que tenga la capacidad de generar negocios.
Igualmente, insisto en que en algún momento volveremos a la génesis, donde un poema era una obra de arte y la mejor manera de generar una emoción era en sus recitados. Uso este ejemplo como metáfora de lo que perdió protagonismo.
¿Cuáles son tus planes a futuro?
Planes tantos… hace unos años que tenemos con mi pareja la idea de escribir un libro “sobre el amor desde dos miradas diferentes”, me gustaría dejar esa pieza para las generaciones futuras que poco a poco van desconociendo el mayor motor del universo. Hoy, la mayoría de los adolescentes ven el amor como algo absurdo, innecesario.
Lo peligroso es que nos estamos olvidando que el amor no es sólo el del plano amoroso de pareja, sino el de la vocación por una profesión, un camino, un lugar, un propósito, el planeta.
Seguramente volveré a hacer radio y seguiré creando en el formato que se acerque. Tengo claro que la única manera de lograr bienestar, alegría, sentido, emoción... es creando. Hoy tengo claro que esa creación ya no tiene que ver conmigo sino con el mundo, con el otro.
Texto: Pablo Vera