4 de julio de 2022 - 10:01 “Con el fallecimiento del Dr. Mardonio Díaz Martínez, la sociedad catamarqueña pierde a un referente valioso y un profesional lúcido”, opinó el ex senador nacional Oscar Castillo, sumándose a las palabras de despedida para el presidente del Tribunal de Cuentas de Catamarca, que falleció este domingo a la edad de 80 años por complicaciones en su salud.
“Supo interpretar las necesidades de su comunidad, apostar a su desarrollo sin medrar con costos personales y aportar siempre una mirada profunda, solidaria y transformadora para pensar nuestro futuro común”.
Castillo destacó que Díaz Martínez supo asumir el desafío del compromiso político “comprendiendo siempre que la comunidad es un todo que excede a las expresiones parciales, de ideología o de sector. Pero a ese compromiso lo asumió desde un conjunto de valores, desde una jerarquización de la justicia institucional y social y de la política como promoción del hombre y transformación de todas aquellas estructuras que puedan someterlo a la inequidad, al sometimiento de sus potencialidades o a la simple y llana negación de sus derechos elementales a la vida, el progreso, la libertad”.
El ex gobernador elogió a Díaz Martínez por sostener sus ideas con “valentía y convicción”, que también le significó ser perseguido “por la intolerancia más cerril e inhumana. Su familia padeció con creces el altísimo costo de esa injusticia”.
Recordó que el padre fue torturado y murió a edad temprana, que su hermano fue desaparecido y que su esposa y sus hijos fueron “forzados al destierro y el propio Mardonio sufriendo la cárcel y el exilio”.
“En esas circunstancias tan dolorosas, consolidó su pensamiento y una conducta de raigal compromiso democrático. La intolerancia sólo generó en sus convicciones el reflejo opuesto: un arraigo más acendrado de su compromiso con la libertad y la justicia”.
Cuando en la Argentina se restauró la democracia, Mardonio Díaz Martínez pudo regresar a la provincia junto a su familia para ejercer su profesión y ocupar cargos pesados en importancia.
“Sería injusto de mi parte limitar esta evocación de Mardonio al relevo de sus muchos y merecidos logros personales. Debo decir en honor a su memoria que, gracias a su generosidad y apertura, compartimos diálogos profundos, plenos de pasión, política, y amenos en el trato cordial, sobre los sueños en común de los catamarqueños”, añoró Castillo.
“Creo necesario en su hora final, dar testimonio de esos valores humanos y políticos que conservó toda su vida y deja como legado valioso a sus descendientes y a la comunidad en su conjunto”, finalizó.