El Obispado de Catamarca puso a disposición la rendición de cuentas del subsidio de $22.250.000 que recibió para la organización de las Fiestas de la Virgen del Valle realizadas entre el 29 de noviembre y el 8 de diciembre del año pasado. “La sociedad catamarqueña se ve beneficiada, espiritual y materialmente, durante las Fiestas Marianas”, indicó el rector de la Catedral, presbítero Gustavo Flores, en un comunicado.
“Las Fiestas en honor de Nuestra Madre del Valle, tanto en abril como en diciembre, son las fiestas más convocantes que tenemos en nuestra Provincia. Implican no sólo un acto de fe y devoción hacia la Madre Morena sino también un movimiento en todos los sentidos: social, turístico, cultural y comercial. Toda la provincia se prepara y se engalana para dicho acontecimiento. La sociedad catamarqueña se ve beneficiada, tanto espiritual como materialmente, durante las Fiestas Marianas, al finalizar las mismas y durante todo el año por la gran afluencia de peregrinos”, opinó Flores en el escrito.
En tal sentido, señaló que “la gran cantidad de personas que ingresan a la Provincia en tal ocasión exige que en la preparación y ejecución de dichas fiestas participen muchas grupos, movimientos, áreas y personas, tanto del ámbito civil como eclesial”. “Los grupos de servidores de la Catedral, las áreas pastorales de la Diócesis, los organismos del Estado provincial y municipal en materia de seguridad, salud, educación, tránsito, etc., y numerosos grupos de voluntarios apostados a lo largo de las rutas”, mencionó.
“Hace algún tiempo se vio la necesidad, dialogada con la autoridad civil, de trasladar por cuestiones sanitarias y de seguridad, la fiesta de diciembre al Parque Adán Quiroga. En este contexto, la colaboración del Estado Provincial permite que se pueda tener lo necesario para recibir a tantos hermanos peregrinos que llegan tanto del interior de la provincia como del resto del país”, explicó Flores.
Según enumeró, con los $22.250.000 (es decir, $2.250.000 por día) que recibió el Obispado en diciembre “se solventaron los gastos de baños químicos, agua para hidratar a los peregrinos, iluminación, sonido, escenario y pantallas”. “Además, se solventó la contratación de cooperativas catamarqueñas que trabajaron en la limpieza”, dijo.
“Una vez concluidas las Fiestas, la administración de la Catedral realizó, en tiempo y forma, la correspondiente rendición de cuentas, controlada y aprobada por la autoridad civil competente. Queda en la Secretaría de la Catedral una copia de dicha rendición para aquellos que quieran conocer más en detalle en qué se invirtió el dinero otorgado”, mencionó.