jueves 28 de marzo de 2024
Editorial

Más eficiente y más progresivo

Es un lugar común en señalar como una situación paradojal que Argentina sea un país rico con amplios sectores de la población bajo la línea de pobreza. Lo cual significa que la riqueza está, pero mal distribuida. O que hay gran cantidad de dinero argentino depositado en cuentas en el exterior como una estrategia de elusión o evasión impositiva, depende los casos. Según el informe de Balanza de Pagos, Posición de Inversión Internacional y Deuda Externa emitido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) correspondiente al tercer trimestre del año pasado, hay más de 350.000 millones de dólares de argentinos en el exterior.

También en el ámbito interno la evasión impositiva es un problema grave, que le escamotea recursos al fisco. Este año, el staff técnico del Fondo Monetario Internacional trazó un diagnóstico que corrobora el bajo cumplimiento impositivo en el país. En el informe, el FMI se compromete a trabajar con las autoridades argentinas para mejorar la recaudación, pero también para implementar reformas que simplifiquen el sistema tributario. Entre los aportes que se consideran necesarios se menciona la asistencia técnica para perfeccionar la fiscalización en grandes contribuyentes, que tienen un alto nivel de evasión.

Se calcula que la Argentina podría recaudar 3,5 puntos adicionales del PBI si se evitara la alta evasión. Es decir, casi 20.000 millones de dólares más que lo que actualmente recauda.

Un problema que tiende a acrecentarse en el país es el de la economía informal y el de los trabajadores independientes, ámbito en el que el sistema tributario no tiene presencia o tiene una apenas precaria, sobre todo a través del sistema del monotributo. Los registros oficiales hablan de que hay poco más de 6 millones de trabajadores registrados en relación de dependencia en un país con una población de más de 47 millones de habitantes.

En la reforma tributaria que se implemente para volver más eficiente el sistema recaudatorio debería incluirse una estrategia para privilegiar los impuestos progresivos por sobre los regresivos. Un impuesto progresivo es aquel cuya tasa de tributación aumenta en la medida en que el ingreso aumenta, con lo cual el agente que más ingresos recibe debe pagar mayores impuestos porcentualmente. Un impuesto regresivo, en cambio, es aquel que se aplica para todas las personas, independientemente del nivel de ingresos o riqueza que tengan.

La presión tributaria de la Argentina es, porcentualmente, similar al promedio de los países desarrollados. La diferencia es que en nuestro país la mitad de la recaudación fiscal proviene de impuestos regresivos –con preeminencia del IVA-, mientras que los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) hay un porcentaje más alto de impuestos progresivos, es decir, aquellos en los que pagan más los que más tienen.

De modo que el desafío para mejorar los ingresos fiscales, además de otros vinculados al crecimiento y desarrollo de la economía, es tornar eficiente los procedimientos de recaudación y configurar un sistema que privilegie, otorgando un mayor grado de justicia, los tributos progresivos por sobre los regresivos.

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