jueves 28 de marzo de 2024
Editorial

Conciencia que se arraiga

Una decisión en materia de tránsito adoptada hace casi 80 años es la que determinó la celebración del Día Nacional de la Seguridad Vial los días 10 de junio. Ese día de 1945 se invirtió el sentido de circulación de las calles en la Argentina para que el tránsito se adaptara a los nuevos vehículos que, en su mayoría, se importaban de Estados Unidos y tenían el volante a la izquierda.

Desde entonces, cada 10 de junio es oportunidad para reflexionar sobre el tema y analizar, por ejemplo, el impacto estadístico que tienen los accidente de tránsito. Luego del alivio de 2020, en el que los siniestros bajaron significativamente por la restricción de circulación impuesta a raíz de la pandemia de Covid-19, en 2021 la cantidad de accidentes y de víctimas fatales volvieron a acercarse a las cifras de los años previos a la aparición de la mencionada enfermedad. El año pasado hubo 3.798 muertes por esa causa (48 de ellas en Catamarca), todavía menos que en 2019, cuando se registraron más de 4.500 fallecimientos.

Más que medidas puntuales o nuevas normas, que de todos modos son también necesarias, lo que contribuirá estratégicamente en materia de seguridad vial son cambios culturales profundos en sus usos y costumbres a la hora de conducir. Los cambios en la legislación, la imposición de sanciones, los cambios incluso en el Código Penal para agravar penas son importantes, pero sirven de muy poco si no se avanza en esas transformaciones de fondo.

Avanzar en la conciencia de que se deben respetar las normas, no conducir alcoholizado ni bajo los efectos de otras sustancias, a las velocidades permitidas y con cinturón de seguridad es lo que marcará la diferencia y servirá para que los accidentes disminuyan y también los heridos graves o personas muertas. Cambios de esta naturaleza no se logran de un día para el otro; son procesos que demandan tiempo, pues implican que esos conceptos sean internalizados y asumidos conscientemente como imprescindibles.

Lo señalado habilita a reconocer como un avance significativo la puesta en marcha en Catamarca de una nueva edición del Plan Federal de Educación Vial, diseñado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Consiste en material educativo, talleres para supervisores y directores, charlas de sensibilización, capacitación docente con otorgamiento de puntaje que la Agencia pone a disposición de los establecimientos educativos de la provincia. Además, lo más importante porque tiene un valor a largo plazo, charlas de concientización para jóvenes de 4to, 5to y 6to año. El año pasado ya se ejecutó el programa con la capacitación en Catamarca de 720 docentes.

Los consejos y nociones que los chicos reciben en el ámbito escolar arraigan más profundamente que en los adultos. De modo que la educación vial, que es información pero también reflexión sobre la inconveniencia de ciertos comportamientos dañinos, es una herramienta de concientización cuyos frutos se verán inevitablemente con el tiempo.

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