complot. el sector del presidente de la UCR, alfredo marchioli, denuncia la infiltración libertaria en la JR.
Hamlet se cala la boinablanca. Ser o no ser libertario es el dilema que empieza a signar la interna de la Juventud Radical, en la que la mayoría de los sectores se han confabulado para aislar al que responde al presidente del partido, Alfredo Marchioli.
El interrogante cifra la situación de una UCR que no acierta a unificar su estrategia para rearmarse después de la dura derrota que sufrió el año pasado a manos de la filial catamarqueña de Javier Milei, que la desplazó a un humillante tercer puesto como eje de la coalición Juntos por el Cambio.
Fue un inesperado efecto de la decisión del gobernador Raúl Jalil de hacer las elecciones provinciales en simultáneo con las nacionales, en contra de la mayoritaria opinión del oficialismo. Traccionados por la candidatura a presidente de Javier Milei, los libertarios catamarqueños metieron cinco diputados provinciales en el debut.
“Evolución”, el sector de Marchioli, referenciado a nivel nacional con el senador Martín Lousteau, denuncia que sus antagonistas son agentes de la infiltración libertaria en el radicalismo y que la lista de unidad que promueven pondrá el partido al servicio de los intereses de Milei.
“Somos radicales, no libertarios. Vamos a defender una política basada en el respeto, el diálogo y la participación genuina de todos los sectores que conforman nuestro movimiento. La unidad que tanto pregonan desde el actual oficialismo siempre se ha tratado de una unidad impuesta, de acuerdo a las pretensiones que siempre impuso el sector que hoy conduce la organización. Sin verdadero diálogo y consenso, estamos ante una propuesta de unidad vacía que solo satisface los intereses de algunos”, analizó “Evolución”.
El sector aparece aislado frente a negociaciones por la lista de unidad entre el flamante espacio Generar (un desprendimiento de la línea Celeste), MORADA, Raúl Alfonsín, Radicales en Acción, MIRA, Leandro N. Alem, FAPRA y Celeste.
El documento del “marchiolismo” apunta a la actual titular de la JR, Agostina Maza Ibáñez, pero sobre todo al diputado Tiago Puente, uno de los primeros radicales provinciales en olfatear el fenómeno Milei y empelucarse. Sin embargo, dentro de la alianza por la lista de unidad juegan también las líneas del senador nacional Flavio Fama y el diputado nacional Francisco Monti.
¿Se animará Marchioli a dar la interna?
La conducta de Lousteau, su referente, lo coloca ante una coyuntura compleja.
Pese a ser el presidente del Comité nacional de la UCR, Lousteau hace primar sus aspiraciones personales juega como un francotirador, disociado de la orgánica que en teoría comanda. No puede descartarse que la interna juvenil catamarqueña forme parte de un movimiento mayor tendiente a acotarle el margen de maniobra al exministro de Economía de Cristina Kirchner, ideólogo de la polémica 125 que detonó la guerra con el campo en 2008. Es notoria la convergencia de todos los sectores en contra de “Evolución” y de Marchioli.
Pero al margen de las alambicadas reyertas radicales, la interna de la JR viene a confirmar la centralidad adquirida por los libertarios y su afianzamiento: el eje, de acuerdo con lo que el propio “marchiolismo” consigna, es el posicionamiento del partido ante La Libertad Avanza, del mismo modo que antes la referencia era el PRO de Mauricio Macri.
La diferencia en este caso es que el PRO nunca obtuvo resultados como los de La Libertad Avanza solo.
Si bien se mira, es una buena oportunidad para Marchioli. Si ganara en las urnas la interna de la JR contra la alianza filo-libertaria, se potenciaría personalmente y como referente de Lousteau.
En catamarqueño, tiene un “pa’ que” atractivo. Falta ver si también tiene “con que…” y “en que…”, para no quedarse en lo testimonial.