viernes 28 de noviembre de 2025
Denuncia por brutalidad policial en la comisaría sexta

"Mi hijo no tenía esas fracturas y hablaba bien cuando los policías lo llevaron"

El hombre sufrió doble fractura de mandíbula. Su madre pide que lo ayuden a tratar su adicción a las drogas que padece desde hace casi 20 años. Dijo que no se trató de un hecho de violencia intrafamiliar.

La familia de Jonathan Alberto Parta (33), alias "Sayayín", internado desde el viernes 21 en el Hospital San Juan Bautista con doble fractura de mandíbula por un supuesto caso de brutalidad policial en el sur de la Capital, aseguró que cuando efectivos de la Comisaría Sexta lo retiraron de su casa, no presentaba esas lesiones.

En diálogo con El Ancasti, su madre, Norma, explicó ayer que su hijo "está muy mal porque le han cosido por adentro la boca, con alambres y salió llorando del quirófano. Tenemos miedo que se broncoaspire porque le salen cosas (coágulos y flema) hasta por la nariz".

Sobre el incidente en su domicilio que motivó la intervención policial, a raíz de un pedido que ella misma realizó, explicó que no se trató de un hecho de violencia intrafamiliar.

"Mi hijo tiene un grave problema por consumo de drogas y busco que por favor alguien nos ayude y le ayude a él, a salir de esta situación. Él nos pide eso porque no se puede contener. Cuando está consciente llora porque no puede manejar su adicción", relató. Informó que el hombre consume estupefacientes desde la adolescencia, aproximadamente desde los 13 o 15 años, y que el día del incidente llegó bajo los efectos de las drogas a la vivienda.

Según su testimonio, Parta ingresó al domicilio y comenzó a golpear muebles y artefactos. Al ser reprendido por uno de sus hermanos, respondió con un golpe de puño, y como contrapartida recibió una trompada, dando inicio a un forcejeo.

Los hermanos lograron reducirlo para luego entregarlo al personal de la Comisaría Sexta, que lo trasladó a la sede policial. Según la familia, fue derivado al Hospital San Juan Bautista desde allí con la cara destrozada.

"La droga no es una cosa pasajera, que uno toma por un tiempo y después se va. Es como una enfermedad que se queda, y él tiene como una amargura de la que quiere salir pero no puede", advirtió Norma.

"Él se droga y se alcoholiza y se va enterrando cada vez más en ese pozo vicioso. A veces nos dice que no sabe qué daño puede llegar a hacerse él mismo y por eso pedimos ayuda, porque estamos solos", agregó. Comentó que Jonathan fue vinculado a una causa de robo por la que se tramita un proceso judicial, pero aseguró que "a pesar de su adicción, no es un chico dañoso, que ande robando, asaltando o haciendo daño".

Golpiza

En coincidencia con los dichos de una de sus hijas, la mujer indicó que cuando su hijo pudo hablar en el Hospital -a pesar de las fracturas-, le dijo que en la Comisaría Sexta al menos un efectivo policial lo golpeó. "Él me dijo que recuerda que cuando lo tuvieron (arrestado) lo tiraron al piso y que veía un pie (borceguí) de un policía en la cabeza al tiempo que le hacían lamer el suelo donde caía su sangre", remarcó. Consideró además que la condición de adicto de su hijo no justifica los daños que sufrió, y adelantó que por la gravedad de las lesiones, según los informes médicos deberá ser intervenido quirúrgicamente varias veces.

Sobre la posibilidad de constituirse en querellante en la causa penal que lleva adelante el fiscal de Instrucción N°6, Facundo Barros Jorrat, explicó: "Para nosotros es muy difícil poder pagarle a un abogado. No tenemos con qué y lo peor es que acá está todo el peso del Estado detrás de la Policía, que es a la que deben investigar".

Para finalizar, dijo que no recibió asistencia de ningún organismo público ni organización y remarcó: "Como mi hijo hay muchísimas personas, más grandes y más chicas que él que tienen problemas de adicción y sus familias no saben qué más hacer. Por eso pido ayuda para mi hijo y para que se sepa qué le hicieron en la Comisaría porque él estaba bien cuando se lo llevaron". n

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