lunes 20 de noviembre de 2023

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Condena de Prisión efectiva para violento

"Actuó motivado en la idea machista de superioridad"

El penado agredió a dos exparejas, en 2019 y en 2021. El juez Correccional Herrera detalló el perfil violento del joven.

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Días pasados en el Juzgado Correccional de Tercera Nominación, un joven de 32 años fue hallado culpable en dos hechos de violencia de género y condenado a la pena de un año y seis meses. Si bien por el momento de la pena y por no contar con antecedentes penales computables pudo haber sido de cumplimiento condicional, el juez Correccional Javier Herrera ordenó que sea de cumplimiento efectivo. El acusado había llegado privado de la libertad.

“Estamos frente a claros casos de violencia de género, marcados por los celos y la manipulación por parte del agresor, y el sentimiento de superioridad masculina, lo cual llevó a golpear ferozmente a ambas víctimas como si se tratasen de una cosa con las cuales podría desquitar su ira o enojo y adicción a las drogas y alcohol. El desarrollo del proceso demuestra un patrón de conducta violenta, física y psicológica, marcado por una posición patriarcal y desprecio hacia la integridad de sus parejas, ambas víctimas en condición de inferioridad. El acusado demostró ser el peor ejemplo del “macho” que desprecia y cosifica a la mujer. Aunque parezca cruel decirlo, utiliza a sus parejas como una suerte de saco de boxeo con el que calma la ansiedad causada por la droga, el alcohol y sus celos. Entonces, es esta la óptica bajo la cual deben analizarse ambos casos”, consideró el magistrado.

El primer hecho sucedió en octubre de 2019. La denunciante contó en la sala de debate que fue agredida física y verbalmente por su pareja. Recordó que estaba agresivo por los celos y ella entró en pánico porque su pareja amenazaba con matarla y comenzó a golpearla ferozmente, ahorcándola y dándole golpes en el rostro causándole sangrado. La mujer intentó sacárselo de encima pidiendo ayuda a su hija de 13 años, que estaba en la casa junto a los otros dos hijos pequeños. Ella le pedía que la soltara y en un momento pudo escapar y acudir a una vecina; la ayudó y llamó a la policía. Luego llegó el personal policial y tras un forcejeo, su agresor fue aprehendido.

El segundo hecho sucedió en noviembre de 2021 en un local bailable de la Capital. La denunciante fue otra pareja. La mujer contó que en aquella ocasión, el acusado comenzó a celarla con otra persona y pellizcarla y ella le reclamaba porque “se había drogado tomando merca”. Él pretendía que su pareja le diera dinero para comprar droga. Ella se negaba y él se enfureció.

La agredió con un golpe de puño en la nariz. Luego ambos se fueron a la casa de la madre del acusado. La denunciante recordó que durante esa mañana no pudo dormir del miedo. Al mediodía comenzaron de nuevo las agresiones. La joven también dejó en claro que no se trató de la única agresión; los golpes y las amenazas se repitieron en varias oportunidades, antes y después. La última vez fue días antes de que se iniciara la audiencia de debate. Le pegó fuertemente en el cuerpo. La joven hizo la denuncia y él fue detenido. El acusado llegó privado de la libertad para responder por “lesiones leves calificadas por mediar una relación de pareja”, dos hechos en concurso real y en calidad de autor. Se trató de dos sucesos con distintas víctimas, remarcó el juez en los fundamentos de la condena.

Se demostró que la conducta criminosa desplegada por el acusado consistió en la agresión mediante lesiones consistentes en un daño en la integridad corporal de ambas denunciantes. Tales lesiones fueron debidamente constatadas por los profesionales médicos, como consecuencia de agresiones físicas intencionales. “Al momento de los hechos, victimario y víctimas se encontraban unidos en una relación de pareja, extremo éste que no fue controvertido”, aseguró.

Además, el magistrado valoró que en ambos hechos, el acusado cometió violencia física contra ambas mujeres. Estas agresiones fueron “físicas, peligrosas y desmedidas, con golpes en el rostro causantes de sangrado, rematando con golpes en distintas partes del cuerpo, seguidos de intimidaciones verbales”, precisó. A la vez, destacó que en el primer hecho, el agresor atacó a su pareja sin importarle que estaba en la casa de la agredido, donde también estaban los hijos pequeños de ella, “víctimas indirectas de la violencia”. La hija de 13 años debió intervenir para pedir ayuda. “También analizo en contra del acusado los motivos que lo llevaron a delinquir en todos los sucesos criminosos, pues estuvieron presentes los celos y la exigencia de dinero para comprar drogas, demostrativos de un sentimiento de pertenencia de la víctima y de sus bienes y de una violencia económica, que se suma a la violencia psíquica y física. El acusado actuó motivado en el pensamiento machista, de superioridad masculina y menosprecio al género femenino, castigando a sus parejas en su cuerpo y violentó de esta forma el derecho humano de las víctimas a una vida libre de violencia. La violencia fue tal extrema que ambas víctimas coincidieron en que, tras los hechos, sintieron pánico de lo que pudiese hacerles el acusado”, señaló.

En el primer caso no respetó las medidas perimetrales que se le impusieron en su oportunidad. La actitud posterior al delito, analizada al momento de mensurar el monto de la pena, también merece ser tenida en cuenta para evaluar la forma de ejecución, pues el incumplimiento de la medida de restricción impuesta en su oportunidad, su obstinación por la violencia y las drogas, y la reiteración de hechos de violencia para con la segunda denunciante, que le valieron una nueva detención previo al inicio de la audiencia de debate, demuestran su dificultad para internalizar valores de respeto a la justicia, falta de comportamiento prosocial y de respeto a las normas.

“La naturaleza de los hechos juzgados demuestra una personalidad que desprecia el derecho de la mujer a una vida libre de violencia, reconocido como un derecho humano, lo cual también debe guardar incidencia en el modo de ejecución de la pena, puesto que es obligación del Estado bregar por una sanción justa que contribuya a erradicar la violencia contra la mujer”, sostuvo.

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