miércoles 4 de septiembre de 2024
NADIA LARCHER

"Traigo a mi identidad la discusión sobre mi mestizaje, mis raíces y mi canto"

La cantora catamarqueña atraviesa un presente exitoso, que próximamente la tendrá en Francia presentando obras con importantes compañías artísticas. Tras su regreso al Poncho y en un mano a mano con Revista Express, puso en valor el crecimiento y el respeto por la cultura y se mostró orgullosa de sus raíces originarias.

Apenas veinte días antes de volver al escenario mayor de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho después de seis años, la cantora andalgalense Nadia Larcher presentó por primera vez ‘Tinya Raíz’: un proyecto personal con el que quiere pensarse desde “la cosmovisión andina”. Lo hizo en el Smithsonian’s Folklife Festival, organizado por el National Museum of the American Indian, en un concierto que duró una hora y se realizó en Kennedy Center de Washington, acompañada por los músicos Manu Sija y Pablo González.

Tres semanas después de ese momento, brindó un show espectacular para el público catamarqueño, en el que se dio el lujo de cantar junto a su madre, Guillermina Contreras, y homenajear a su abuela, María Daniela Aguilera. Aunque fueron apenas unos veinte minutos, Nadia considera que nuestro Poncho “no tiene nada que envidiarle a aquel festival, que se hace desde 1.930 por el Ministerio de Cultura de los Estados Unidos”.

“El Poncho ha crecido muchísimo y en estos seis años pude volver y ver que la fiesta también está madura, está preciosa, con el lugar que tienen las artistas, el cupo femenino. Lo comparé directamente con ese festival del Smithsonian. Creo que la cultura está viva, la música está viva. Hoy más que nunca, cuando algunos movimientos generaron que se vuelva a componer. Creo que las mujeres están componiendo, las artistas catamarqueñas ya hace un tiempo vienen mostrando sus propuestas. Eso está buenísimo y eso actualiza, activa, dinamiza. Está buenísimo volver a tu provincia y ver todas estas propuestas, el nivel de cantoras que hay, el nivel de músicos que hay, el nivel de compositores que hay. No es que una vuelve a una provincia que está devastada culturalmente”, valoró.

Más adelante Nadia contó que la Fiesta del Poncho le recuerda a su niñez, a los inicios como cantora en los que las expectativas estaban puestas en la posibilidad de cantar, a los preparativos casi anuales que eso le requería. También destacó que en esta oportunidad decidió venir más entregada a contar su historia y su intimidad, con canciones propias, para conectar con la gente de una lógica distinta. Son lujos que se permite desde un recorrido más extenso, con otra madurez.

“Está bueno volver y que se vea el camino recorrido. Por ahí, como yo voy en el camino no me doy cuenta. No es que digo ‘ahora me siento más madura’, pero sí me doy cuenta en las devoluciones, cuando te destacan lo que presentaste, o te dicen que te vieron más firme o con más fuerza. Además, me encanta venir porque me encuentro con amigos, con amigas, puedo conocer lo que está pasando en Catamarca, porque a mí me preguntan mucho qué pasa a nivel artístico, que pasa a nivel cultural”, explicó.

“Venir a Catamarca y que tenga una propuesta cultural de esta magnitud estuvo buenísimo. Es una punta de lanza para las otras provincias. En este momento, por lo que está bajando del Gobierno Nacional como política destructiva, hay algo ahí que es una resistencia. Nosotros sabemos que lo tenemos que hacer porque esto no se consiguió de la nada. Son 53 ediciones y fue una lucha permanente. Para mí sí fue muy importante esta propuesta, que venga del interior, que venga de Catamarca y que asegure esta continuidad a los artesanos, a las tejedoras y a los artistas. Es fundamental y es muy importante también cómo se diversificó”, remarcó. Son palabras similares a las que dijo ese 18 de julio apenas bajó del escenario, cuando agradeció la invitación cariñosa de las autoridades.

El viaje a las raíces

La participación en el festival del Smithsonian llegó gracias a la invitación personal de la directora, Sabrina Lynn Motley, a quien le hicieron llegar unos videos de Nadia de parte de un periodista mexicano. Ese festival en Washington sirvió para presentar ‘Tinya Raíz’, un proyecto nuevo que próximamente presentará en Argentina y Catamarca.

“Estar en ese festival fue muy importante para mí. Se llama ‘Voces indígenas de América’, lo valoro porque hace un tiempo vengo como trayendo a mi identidad la discusión por mi mestizaje, de dónde vienen mis líneas. Tengo la rama europea, que es la que me da el apellido austríaco-alemán, pero después todo mi linaje es criado en la montaña, de origen diaguita calchaquí. Para mí es re importante poner eso en la discusión porque, más allá de que acá en Catamarca esa cuestión de la identidad está tan adherida a nuestro ser, siento que no se termina de decir con la fuerza que necesita una discusión política así. Las mestizas como yo nacemos creyendo que venimos de Europa y en realidad fuimos nacidas, criadas y tenemos linaje completo del pueblo diaguita. Este tiempo y este proyecto es eso. Es decir: ‘Yo tengo este apellido, pero mi crianza, mi pueblo, mi madre, mi abuela son diaguitas calchaquíes’. Para mí es muy importante que lo que hagamos culturalmente venga ligado a esa discusión, porque Catamarca tiene que poder reconocer que es un pueblo que tiene raíces muy fuertes en el Pueblo de la Nación Diaguita. Además, también es una reivindicación, porque de niña lo sufrí y mi mamá también lo sufrió. Que te digan colla de modo despectivo. Poner eso en el centro y decir: ‘soy colla, soy diaguita y canto esta música, así me la han enseñado en la montaña y soy orgullosa de mi identidad’. Yo quiero por lo menos aportar con eso. Espero que alguien más se identifique, que vea que somos lindas con nuestro color de piel y la forma de nuestras caras. No estamos en la belleza de los medios, pero estamos en la belleza de la vida cotidiana”, opinó la cantora.

Esto, además, enmarcado en lo que ella considera como “un mundo en el que se están licuando las identidades”. “Hoy con los filtros de las redes sociales no importa de qué color es tu piel y eso pareciera ser que es un movimiento naif, sin ningún tipo de consecuencia, pero después tiene consecuencias porque los niños y las niñas que no ven su color de piel como los que figuran en las redes no se identifican”, expresó.

Tras su paso por el Poncho, Larcher pidió que los artistas sean consientes de su rol en la sociedad. “Lo único que les pido a los colegas, mis compañeros artistas, es que nunca pierdan la conciencia de que antes que artistas son ciudadanos, hijos, estudiantes, maestros, que están cumpliendo una función en la sociedad, que están en vínculo. La industria hace algo con los artistas y es como que les saca sus raíces, entonces por ahí vos no entendés de dónde son, a qué pueblo representan, o qué es lo que dicen. Las nuevas generaciones están volviendo a plantear esa discusión, los pibes que están haciendo trap y que hacen música urbana están diciendo: ‘nosotros venimos del barrio’. Como ellos dicen, se pararon de manos frente a la industria y le dijeron: ‘yo soy del barrio y conmigo viene toda esta gente’. Los que quedamos ahí en la ruedita de no entender la industria, vemos que es fundamental ver esos fenómenos”, le dijo a RE.

“Mi pregunta es si nosotros también podemos, si un compositor catamarqueño puede hablar de la realidad de los barrios de Catamarca o si yo puedo hablar de la realidad de las montañas o de mi realidad de migrante en Buenos Aires. Ese es el compromiso del que hablo. Después la industria te invita a jugar un juego que es a sonar de una determinada manera, que el espectáculo sea de una manera, y eso está bien, lo hacemos, pero que no sea lo único por lo que luchamos, porque se nos vacía el escenario: se apaga, se cierran las puertas, se apaga la luz y vos volvés a tu casa preguntándote quién sos. Le llamo a eso emancipar el canto de los escenarios, que el canto vuelva a estar en el tejido social y no que sea una cosa sólo para los escenarios. Tu canto habla de muchísimas más cosas que vos mismo. Vivir como cantora, pensarse como cantora, preguntarse como cantora, que tu cotidianidad sea como cantora para mí es el desafío”, sostuvo.

En ese juego de la industria aparecieron nuevos factores, como las redes sociales, que dan otra masividad a los artistas y sus creaciones. Pero Nadia las toma con cautela, con la confianza de quien cree que la música trascendió y seguirá trascendiendo las nuevas tecnologías.

“De pronto, las redes se tornaron en el tema de los artistas. Para mí está bien porque es parte de la tarea y además es un recurso nuevo, que antes no teníamos. Nosotros hacíamos mil CD, íbamos a tocar, y ahora los millennials tenemos que entender un mundo nuevo en el que la velocidad se ha triplicado. Pero creo que hay como una falsa ilusión de que vas a llegar a la gente a través de las redes sociales y para mí es un espejismo que no hay que seguir. A la gente se le sigue llegando como fue desde el principio de los tiempos, que es de corazón a corazón”, opinó.

“Hay una cosa muy contundente, que es cuando regresa un sentimiento. Vos entregás un sentimiento en una canción y regresa un sentimiento de otro que percibió y que sintió y que tuvo ganas de devolverte. Para mí ese es el rango de la verdad. Después, todo lo demás es espejismo que hay que manejar con mucho cuidado, porque si no entrás como en una montaña rusa de frustraciones. Me preparo para trabajar en las redes, genero contenido, pero no me desvela. Sí me preocupo mucho cuando estoy más tiempo en las redes que tocando la guitarra, por ejemplo. Ahí se me encienden las alarmas, ahí tengo el resguardo. Paro todo y me reseteo”, remarcó.

Sin embargo, sí reconoció que es una tarea que “cuesta”. “Te tenés que morir un poco”, sentenció. “Hace poco entendí un poco mejor eso. Yo pensaba que crear era un acto de vitalidad, que lo es, pero no entendía cuáles eran las consecuencias y ahora creo que cuando creamos nos morimos un poco. La creación pide vida, la obra te toma la vida, entonces cuando estamos creando entregamos un poco de vida. La música es muy exigente, porque para lograr tres minutos de eternidad, de conectar con la gente, tenés que haber pasado muchos años y mucho tiempo dedicado. Es una relación del tiempo extraña también. Por ejemplo, en el Poncho fueron 20 minutos, que parece poco, pero a la vez puede ser la eternidad. Te pasa la vida por delante. La gente está ahí conectando con cosas, llorando emociones. Los músicos necesitamos entender el tiempo de otra forma. Si hacemos una canción de tres minutos y podemos emocionar y llevar a la gente a su infancia, podemos hacer que no corra el reloj del tiempo como lo conocemos, esa es nuestra magia, ese es nuestro poder. Tenemos que trabajar en esa conciencia”, destacó.

Viaje a Europa

Pronto partirá a Europa para trabajar en Francia con dos importantes compañías artísticas. Hacia allá había viajado en julio de 2022, cuando se presentó en el Café Berlín de la ciudad de Madrid. Hoy el desafío es distinto, desde un espacio de creación que todavía le cuesta creer.

“Hace tres años vengo trabajando con dos referentes que son François Chaignaud y Nina Laisné. Ellas querían trabajar con una artista de América, sentían que era necesario. Lo que se hace habitualmente es armar una obra y armar los papeles, como si fuese el papel de la chola, pero ellas querían trabajar orgánicamente con una artista y me invitaron. Ahora ya toca el momento de ir a montar la obra y estrenarla en junio del año que viene. Yo me preguntaba qué es lo que les interesa, y ellas me dijeron: ‘nos interesa tu cosmovisión, nos interesa tu recorrido, tu música, tu manera de cantar’. Me costó, no lo podía creer porque siempre estamos como esperando que desde el primer mundo y de los países desarrollados nos venga lo que sobra. Casi nunca te invitan a estar en el mismo lugar de creación y de nivel artístico. Fue muy fuerte, muy precioso todo. Quisieron venir a Andalgalá a conocer a mi familia, y fue fundamental para que ellas entendieran de dónde vengo”, contó.

El viaje será por un año y medio o quizás más tiempo, pero siempre habrá regresos. “No quiero despegarme justo ahora, que siento que estoy en un momento de mucha vinculación con el pueblo y con la gente. Quiero seguir haciendo música, entregando música para la gente”, sostuvo.

Nuevos proyectos en marcha

Parte de la necesidad de no despegarse son los tres nuevos discos solistas en los que está trabajando. Van a empezar a salir a fines de este año y todo el año que viene, mientras esté en tierras europeas. “Va a ser mi manera de estar en comunicación y en puente, porque no me quiero soltar”, remarcó.

“Por un lado está ‘Tinya Raíz’, que es esta música más antigua, la música milenaria de Catamarca. Después hay un disco que quiero hacer que es sobre la música de mi casa. Lo han hecho otros artistas y veo la belleza en eso: es la música que te enseñó a cantar tu mamá o la música que te enseñó a cantar tu viejo. Me parece precioso porque una configura una memoria. El tercer disco es un disco sobre canciones propias que también ya estoy trabajando. Va a llevar su tiempo porque un proyecto grande y ambicioso. Además, cuando vuelva voy a trabajar en una obra que la va a tener a mi mamá, porque necesito trabajar con ella un poquito más. Es una mujer muy poderosa. Yo me fui hace 10 años a Buenos Aires y en todo ese tiempo ella floreció, es otro ser humano. Necesito reconectarme con ella, pero quiero hacerlo desde lo artístico”, anticipó.

“Estando en Buenos Aires formé bandas, ahora necesito esto. Ya cargué las alforjas de contenido y ahora lo quiero compartir. Después vendrá otra cosa. Me gusta verme así, construyendo, armando, entendiendo, dándole a mi propia historia también motivos para volver. Si yo no hubiese hecho ‘El país de la vidala’, que hice desde Catamarca con realizadores catamarqueños, para mí sería más difícil hoy encarar un proyecto como ‘Tinya Raíz’, por ejemplo. Quiero seguir en esa manera de trabajar, que por más que no sean propuestas masivas para espectáculos en festivales, son propuestas artísticas que después le van dando un sentido a mi trayectoria como artista. Es muy habitual escuchar artistas que te dicen que llega un momento que no sabés qué hacer, y yo creo que si no sabés qué hacer es que faltó tirar algunas semillas o detenerse a entender algunas cosas. Es muy homeostático el trabajo de un artista. Genera ósmosis y es ontológico. Es como un trabajo que uno hace sobre su propio espíritu, en un contexto histórico, en relación con su linaje, en un contexto de crisis como el de ahora. Son muchas cosas que se reúnen ahí. Y yo quiero escuchar todo eso, y si tengo que parar para hacerlo, lo hago”, pensó.

El debate en la Catamarca de hoy

En este regreso, Nadia asegura que pudo sentir que “hay florecimiento”. “Siento que algunas resistencias y algunas luchas, como la lucha antiminera, por ejemplo, generaron formas de expresión nuevas. Que el pueblo busque la manera de expresarse generó nuevas poéticas, generó nueva conciencia y para mí está bien porque el arte cataliza, genera, toma, transforma y devuelve. Para nosotros es fundamental, en una provincia tan atravesada por el extractivismo, que los artistas se puedan manifestar, que podamos decir lo que pensamos, que convoquemos al pueblo a no estar dormidos frente a lo que pasa. Es algo súper intenso lo que le está pasando a la provincia, y este tema de la composición guarda una memoria. Algo se está diciendo y Catamarca no es un pueblo dormido. Que tengamos un pueblo que al menos pida respuestas me enorgullece de mi provincia”, destacó.

En ese sentido, consideró que todavía hay temas de los que no se habla, que son “aquellos en los que no estamos divididos”. “En esta nueva política de minería, las empresas y todos se han beneficiado mucho con el ‘divide y reinarás’. De pronto se polarizó la discusión y de un lado y del otro se han radicalizado los discursos y los pensamientos, y eso ha hecho que quede un vacío en el medio. Hay una grieta en la que no podemos dialogar. Ahí están los temas sobre los que tenemos que dialogar y que no se están hablando: ¿Cómo vamos a hacer cuando esto se termine? ¿Qué va a pasar con los pueblos? ¿Qué va a pasar con la cultura cuando no tengamos más recursos como los que tenemos? Ahí entran temas que a mí me interesan mucho para nuestra provincia. La solidaridad, la comunión, la comunidad, la memoria, los discursos, el arte mismo como manifestación de una comunidad. Pido para nuestro proceso que las familias vuelvan a poder estar conversando sobre estos temas, que podamos tener una educación comunitaria. Sé que ha pasado mucha agua bajo el puente y ha pasado mucho dolor, porque las cosas se han manejado muchas veces con mucha violencia, y hay cosas imperdonables. Pero es fundamental que como catamarqueños nos pensemos adentro de la comunidad. Viene un extranjero, fagocita, se va y de pronto nos quedamos entre nosotros. Necesitamos volver a mirarnos a los ojos a hablar, poder trascender esa rencilla que no nos lleva a ningún lado”, remarcó.

“Tenemos una responsabilidad con los niños y las niñas. Me preocupan esas generaciones a las que no les podemos decir qué vamos a hacer después, pero porque no podemos ni hablar de lo que nos pasa porque estamos peleados. Soy de una generación que creció con eso. Para mí fue muy fuerte ver cómo se rompían los canales de diálogo con personas con las que ya no se podía hablar más del tema. Ahí hay una responsabilidad del Estado, porque el Estado ha generado mucha violencia institucional, entonces eso ha hecho que el diálogo se cortara absolutamente. Para mí es nuestro desafío. Tenemos que ver qué vamos a hacer para volver a unirnos como pueblo, porque esto lo vamos a enfrentar juntos”, concluyó.

Texto: Peze Soria

Fotos: Gentileza de Nadia Larcher

- Con Divididos. Nadia Larcher cantó junto al mítico grupo que conduce Ricardo Mollo en el Estadio Vélez, donde cantaron juntos ‘Vientito del Tucumán’. Anteriormente, había sido invitada por Mollo para cantar ‘Par mil’, en tiempos de pandemia.

- “Algo se está diciendo y Catamarca no es un pueblo dormido. Que tengamos un pueblo que al menos pida respuestas me enorgullece de mi provincia”.

- El próximo año y medio, la cantora trabajará en Francia preparando dos obras artísticas. Mientras tanto, varios discos como solista verán la luz en este lado del mundo.

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