jueves 25 de septiembre de 2025
Fuerte repercusión en Catamarca y resto del país

Marcha por el triple femicidio de tres jóvenes

Brenda del Castillo y su prima Morena Verri tenían 20 años. Lara Gutiérrez, 15. Hay cuatro detenidos.

Los cadáveres de Brenda del Castillo y Morena Verdi, de 20 años, y Lara Morena Gutiérrez, de 15 fueron encontrados ayer en una vivienda de Florencio Varela, provincia de Buenos Aires, donde se registró la última señal del celular de una de ellas.

En la tarde de ayer hubo marchas y manifestaciones en todo el país repudiando el crimen y en Catamarca la movilización se llevó a cabo en la Plaza 25 de Mayo, con decenas de participantes.

Entre las consignas más destacadas se podían leer “Paren de matarnos”, “Basta de femicidios” y “Ni una menos”.

Desde la entrada en vigencia de la figura del femicidio al Código Penal, en 2012, Catamarca registró 15 casos. Actualmente, tres de éstos se encuentran en trámite con acusados detenidos.

Dos casos son de Capital: Alicia Suárez fue asesinada en abril y en mayo se reactivó la investigación por la muerte de Celeste Judith “Chasqui” Moreno, ocurrida en 2013, con cuatro imputados. Hace casi 10 días, el crimen de Ramona Antonia Ramos, en Santa María, se convirtió en el segundo femicidio del año y el séptimo que se registra en el interior.

El 46% de los casos de femicidio fue registrado en las localidades del interior catamarqueño. La estadística catamarqueña es preocupante, pero el dato más relevante quizá sea que, en la mayoría de estos casos, la desidia estatal hizo mella. Las vulnerabilidades de las mujeres en el interior provincial quedan aún más expuestas y la distancia solo hace que ellas sean invisibilizadas.

El triple femicidio

Las tres jóvenes asesinadas en Buenos Aires fueron vistas por última vez el viernes en la rotonda de Crovara y El Tiburón, de la localidad bonaerense de La Tablada. Sus celulares se habían apagado a la misma hora el sábado por la noche y desde entonces llevaban cuatro días sin hacer contacto.

En base a la declaración de familiares, las tres chicas habían salido de la casa de Morena en Ciudad Evita el viernes para encontrarse con una persona en esa rotonda de La Tablada. Imágenes de las cámaras de una estación de servicio cercana al lugar de la desaparición proporcionaron el único indicio de su paradero: una camioneta blanca. Según testigos, Brenda Morena Verdi y Lara se subieron a ese vehículo.

De acuerdo con declaraciones que brindó Antonio, abuelo de Morena, el martes las autoridades de la comisaría de San Justo le mostraron el video a su hija y ella logró confirmar sus identidades. Sin embargo, las cámaras, si bien documentaron el movimiento de la camioneta al salir de ahí, no alcanzaron a identificar su patente.

“Ellas supuestamente salían siempre en DIDI, pero dijeron: ”‘No, anulalo, que nos vienen a buscar’”, comentó Antonio. Desde entonces, ignoraba su paradero. “No sé realmente dónde pueden estar”, lamentó.

Sabrina, la madre de una de las chicas, sostuvo que ellas eran trabajadores sexuales. Según una versión, se iban a encontrar con una persona que les entregaría unos 300 dólares a cada una. “Yo escuché que eran unos bolivianos”.

La investigación se encuentra en manos de la UFI Descentralizada N°2 de La Matanza.

Detenidos

Se espera que hoy, los cuatro detenidos por el brutal triple crimen sean indagados por Gastón Dupláa, fiscal titular de la UFI N°2 descentralizada de La Matanza, quien los imputó por homicidio agravado.

Los acusados, detenidos por la DDI de La Matanza de la Policía Bonaerense son Miguel Ángel Villanueva Silva, de 27 años y de nacionalidad peruana; Iara Daniela Ibarra, de 19; Andrés Maximiliano Parra, de 18 y Magalí Celeste González Guerrero, de 28, estos tres últimos de nacionalidad argentina.

Por lo pronto, no trascendió si se los acusa como coautores o partícipes necesarios de los asesinatos de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez. Los agravantes todavía quedan por determinarse. Es altamente posible, aseguran las mismas fuentes, que Dupláa aplique las figuras de premeditación, alevosía y violencia de género. En el caso de ser condenados por coautoría, podrían recibir la prisión perpetua.

Ibarra y Parra fueron detenidos en la casa de la zona de Villa Vaettone, Florencio Varela, donde supuestamente se cometió el hecho. Villanueva Silva e Ibarra, presuntos dueños de la casa, fueron encontrados en un hotel alojamiento de la zona.

Supuestamente hubo premeditación, con una serie de torturas de estilo mafioso: a Lara Gutiérrez, de 15 años, le amputaron los cinco dedos de la mano izquierda antes de matarla. Sobre las heridas, presentaba quemaduras que aparentan ser de cigarrillos. También tenía un corte que le amputó de manera parcial la oreja izquierda y otro en el cuello que le seccionó la arteria carótida.

Su muerte se produjo, luego de haber sido torturada, aproximadamente a las 3 AM del 20 de septiembre, seis horas después de subir a una Chevrolet Tracker en la rotonda de La Tablada junto a sus compañeras.

Brenda del Castillo presentaba una fractura de cráneo, que le provocó la muerte, aplastamiento macizo facial y heridas punzocortantes en el cuello. Además, tenía un corte transversal que le abrió el abdomen de punta a punta, una herida post-mortem.

Morena Verdi, por su parte, tenía una luxación cervical y varios golpes en el rostro.

Ayer, las familias de las víctimas, oriundas de zonas como Ciudad Evita, organizaron colectas en redes sociales para costear sus velatorios.

Brenda, Morena y Lara habrían muerto en el marco de una venganza narco originada en la Villa 1-11-14. Horas más tarde, a comienzos de la noche, la Policía Bonaerense allanaba la villa Zavaleta con el apoyo de la fuerza porteña.

Sin embargo, de cara a la acusación, los detenidos son un grupo curioso. Sus perfiles los alejan de las historias usuales del sicariato. González Guerrero es beneficiaria de varios planes sociales, como una Asignación Universal y un beneficio para acceder a una garrafa y se encuentra registrada como productora de hortalizas en ARCA. Es, básicamente, del barrio. Su domicilio registrado se ubica a seis kilómetros de la presunta escena del crimen. Parra e Ibarra también viven en la zona, en un radio de treinta cuadras.

La causa, por lo pronto, queda en manos del fiscal Dupláa que, tras la indagatoria, podría determinar su pase a la UFI de Homicidios de La Matanza.n

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