En el Juzgado de Control de Garantías de la Quinta Circunscripción Judicial -con asiento en Tinogasta- confirmaron la detención de un hombre de 39 años de edad, imputado por hechos de abuso sexual.
En el Juzgado de Control de Garantías de la Quinta Circunscripción Judicial -con asiento en Tinogasta- confirmaron la detención de un hombre de 39 años de edad, imputado por hechos de abuso sexual.
Según la investigación, el hombre habría ultrajado a dos hermanas de 13 y 19 años. Una de las causas es por abuso sexual en la infancia (ASI).
El sujeto está acusado por los delitos de “abuso sexual simple, en calidad de autor”, “abuso sexual con acceso carnal por cualquier vía, en calidad de autor” y “sustracción y retención de una persona con la intención de menoscabar su integridad sexual (rapto), en calidad de autor”, todo en concurso real.
El fiscal de Instrucción de la Quinta Circunscripción Judicial, Germán Quinteros, solicitó la audiencia de control de detención para el hombre, y el Juzgado hizo lugar al pedido.
ASI
El abuso sexual en la infancia (ASI) es una de las formas de violencia más extrema que niños, niñas y adolescentes pueden sufrir.
No obstante, el dato más importante que advierten los profesionales en esta temática es que en la gran mayoría de los casos se trata de abusos sexuales intrafamiliares: padre, abuelo, hermano, tío o primo son los principales sospechosos.
El victimario realiza un abuso de poder. A través de diversos mecanismos de manipulación y amenaza, quien abusa genera en la víctima un sentimiento de culpa y vergüenza.
Es por ese motivo que quienes lo sufren pueden tardar mucho tiempo, incluso años, hasta que pueden poner en palabras lo que les sucedió.
A la vez, se destacó que la vulnerabilidad en estos casos reside en el hecho de que chicos y chicas, por su inocencia, condición física o sexual no comprenden la criminalidad de los ultrajes, más aún cuando el agresor es padre o un familiar cercano.
“Estos agresores se aprovechan del amor y la confianza. Niños, niñas y adolescentes advierten que algo malo está sucediendo; suelen reprimir los recuerdos y tienden a normalizar o tolerar aquellos actos degradantes y tortuosos, quedando atrapados en un círculo de silencios y secretos familiares”, explicaron. También se destacó que muchos chicos y chicas víctimas de abuso sexual o violencia intrafamiliar no reaccionan porque han normalizado estos ultrajes.n