jueves 28 de marzo de 2024
Cara y Cruz

Reformas y posibilidades

Debido a las características que tiene el universo del trabajo en Catamarca...

Por Redacción El Ancasti

Debido a las características que tiene el universo del trabajo en Catamarca, la propuesta de avanzar en una reforma laboral que tiró el gobernador Raúl Jalil quedó asordinada por lo que acapara mayor atención en esta época: su rechazo a otorgar un bono extraordinario de fin de año disparó la reacción de los gremios estatales, parte de los cuales se movilizarán hoy a la plaza central.
Tras atajarse con el pronóstico de que “se vienen seis meses complicados producto de la pandemia”, el mandatario consideró que "el mundo cambió y se necesitan nuevas normativas”.


“Nosotros estamos dispuestos a avanzar en este tema, porque los jóvenes no están dispuestos a trabajar en la misma empresa durante 50 años. Estamos dispuestos en trabajar en un seguro provincial para poder resolver los problemas que los jóvenes tienen. Hay que hacerlo con los sindicalistas, las empresas y no dejar de lado a la gente", dijo en su discurso ante las Uniones Industriales del Noroeste, que se reunieron en Catamarca en la previa del 27º Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina, que empieza hoy en CABA bajo el título “Exportar Valor Argentino: claves para un MERCOSUR productivo”.

Jalil reconoció que existe una ley nacional que regula toda la temática laboral, pero a su criterio urge que cada sector comience discutir cambios. La reforma en el campo del trabajo es para él uno de los desafíos principales para el país y la provincia.

Acá el problema es serio. La tensión que el Gobierno no puede resolver se da entre el empleo público y el privado. Jalil Insistió en el cierre de su discurso con uno de los objetivos centrales de su gestión, que es “ir bajando la cantidad de empleados públicos para mejorar la actividad privada”.

Las dificultades para arrimarse a tal meta saltan en cuanto se considera que es lo mismo que planteaba su antecesora, Lucía Corpacci, y no pudo resolver en dos mandatos.

Jalil introdujo fuertes cambios en el esquema burocrático estatal en cuanto asumió y activó un sistema de crédito público a través de CAPRESCA que financia actividad privada, pero dio en penca cuando pretendió empezar a discutir otro diseño del régimen laboral para la administración pública.

No hay clima político para semejante debate en Catamarca. Es preciso construir consenso político para plantearlo seriamente, asunto arduo si se considera lo que el propio Jalil manifestó al negar el bono: "El sueldo que hoy tiene el empleado público de Catamarca, por 6 horas de trabajo, es un muy buen sueldo comparado al privado. También tenemos que empezar a equiparar las remuneraciones".

Es decir: el estímulo para trabajar en el sector privado en Catamarca es casi nulo ya desde los sueldos. Quien puede, trabaja en el Estado.

El naturalizado bono de fin de año se suma a esta falta de alicientes.
"El bono nació en un momento de la economía que fue cuando había muchos recursos de YMAD y que no fueron a mejorar la capacidad logística y productiva de la provincia. Tenemos que pensar en mejorar la producción; en darle, por ejemplo, préstamos a los hoteles, teniendo en cuenta que en este fin de semana la provincia estaba llena de turistas. Tenemos que aprovechar esto con un fuerte incentivo hacia ellos”, dijo al respecto.

La reforma laboral que propone Jalil es imperiosa a nivel nacional para que sea posible generarse regímenes adecuados a las características de cada región, de modo que mejoren las condiciones y remuneraciones en el sector privado y empiecen a emparejarse con las de la administración pública.

Mientras la relación entre empleo público y privado continúe siendo tan asimétrica, lograr consenso para modificar el sistema de trabajo en la administración pública será una quimera.

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