viernes 22 de marzo de 2024
EDITORIAL

Un ejemplo virtuoso

Por Redacción El Ancasti

Un muy interesante proyecto se ha puesto en marcha en la Argentina para lograr el abaratamiento de un producto de primera necesidad como es la leche, que habitualmente tiene un precio de venta que no guarda relación coherente con su costo de producción. Un litro de leche cuesta en góndola entre 50 y 75 pesos, según la marca o la presentación. Sin embargo, las empresas le pagan a los productores 17 pesos por el litro despachado a pie de tambo.

La diferencia entre un precio y otro, que le reditúa grandes ganancias a las empresas que industrializan y comercializan luego los productos lácteos, es posible gracias a la situación de oligopolio, es decir, a la existencia de unas pocas empresas que controlan el mercado y que, ante la inexistencia de una competencia con mayores actores, regulan el precio a conveniencia. 

El proyecto en cuestión, desarrollado por técnicos del INTA e investigadores de la Universidad de Buenos Aires, es un ensachetadora con un mecanismo de pausterización, utilizable cuando se trata de volúmenes chicos. La iniciativa apunta a beneficiar a los tambos más pequeños, generalmente empresas familiares, y tiene dos propósitos virtuosos: evitar que esos tambos de pequeña envergadura se vean obligados a vender su producción a los bajos precios que pagan las grandes empresas, pero también abaratar el precio de la leche. Según los cálculos preliminares, el precio del litro de leche, a través de este mecanismo, podría bajar hasta un 40 por ciento. 

La contribución estatal se completa con el financiamiento, para la puesta en marcha del proyecto, provisto por la Secretaría de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Y la ensachetadora la construirá una pyme entrerriana. 

Los productores que se beneficiarán con la iniciativa pertenecen a seis provincias de la cuenca lechera del país. Ellos aseguran que, además de ser más baratos, el producto que ofrecerán será de mejor calidad porque no será “estirado” como, al parecer, suele suceder. 

Uno de los problemas que tiene la economía argentina se vincula con la concentración, que convierte a pocas empresas en formadoras de precios.

Se trata de un proyecto puntual, pero tiene, además de los beneficios señalados, un valor simbólico, pues sirve como demostración de cómo operan los mercados hegemonizados por unos pocos grandes actores y cómo es posible contrarrestar esta situación con el aporte del sector público.

Uno de los tantos problemas que tiene la economía argentina se vincula con la concentración, que convierte a pocas empresas en formadoras de precios. En el caso de la leche, según un informe de la economista Julia Strada en base a datos provistos por la consultora CCR y el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), una sola empresa vendía (los datos son de 2016) el 69 por ciento de la producción, y, en el caso de los yogures, el 80 por ciento.
Desconcentrar el mercado propiciando una competencia más justa no solo es un aporte a la equidad, sino también una contribución a la suba desmedida, e injustificada, de los precios de algunos productos.n

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