sábado 11 de octubre de 2025
Pozo El Mistol, Valle Viejo

Vecinos reclaman la recuperación del Club Banco Catamarca

Mientras Municipio y Mutual debaten su futuro, el club acumula diez años de deterioro. Sin luz ni mantenimiento se ha convertido en un foco de inseguridad, poniendo en riesgo a los más jóvenes.

Ubicado en Pozo El Mistol, departamento Valle Viejo, el Club Banco Catamarca atraviesa un preocupante estado de abandono que genera malestar entre los vecinos de la zona. Luego de la polémica por el futuro de la Mutual de los Empleados del Banco, la comunidad volvió a poner el foco sobre el deteriorado predio, que alguna vez fue un espacio de encuentro y recreación para las familias chacareras.

Vecinos del lugar manifestaron que el Club “es una desidia total” y señalaron que, a pesar de que cuenta con tres empleados, no existen recursos ni equipamiento para realizar el mantenimiento necesario. Asadores en ruina, juegos rotos, pileta inutilizable, salón dañado y canchas abandonadas son parte de un panorama que no se modifica hace más de 10 años.

En una de las canchas aún entrenan chicos, pero la falta de iluminación los obliga a terminar las prácticas alumbrándose con linternas de teléfonos o incluso con las luces de las motos. “No se puede seguir así, los chicos merecen un lugar seguro”, reclamaron. Además, advierten que la oscuridad del predio favorece la presencia de personas ajenas al barrio, propiciando situaciones inapropiadas. Algunos vecinos aseguran que incluso hubo intentos de suicidio en la zona. “La inseguridad y el abandono están poniendo en riesgo a nuestros jóvenes”, señalaron.

En medio de la discusión entre la Municipalidad, que presentó un proyecto de expropiación, y la Mutual que rechazó esa iniciativa, los vecinos remarcan que lo urgente es recuperar ese espacio para la comunidad. Ante esta situación, insisten en que es momento de dejar de lado intereses políticos y dar una solución concreta que devuelva al predio su función social. “La droga no discrimina y ya llegó a Pozo El Mistol. Necesitamos un lugar donde los chicos puedwan hacer deporte, compartir, estar contenidos. El Club podría ser ese lugar, pero nadie hace nada”, reclamaron.

Más allá del conflicto entre la Municipalidad y la Mutual, lo cierto es que en Pozo El Mistol hay una realidad urgente: muchos jóvenes y adolescentes no cuentan con ningún tipo de actividad recreativa o deportiva para realizar, y viven en una desolación total. “Cuando no hay alternativas, la vida les ofrece lo único que hay: la droga”, lamentan los vecinos, que aseguran estar cansados de esta problemática.

En ese contexto, la posibilidad de transformar el Club Banco en un centro deportivo volvió a despertar una ilusión en la comunidad: la esperanza de contar con un espacio de contención para niños y jóvenes, que son quienes más lo necesitan.

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