Comienza a funcionar hoy con personal capacitado. Buscan centralizar la demanda de este tipo del SAME.
El Ministerio de Salud de la provincia presentó ayer el SAME ACE (Asistencia y Cuidado Emocional), una iniciativa que combina los esfuerzos del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME), la secretaría de Salud Mental y Adicciones y la secretaría de Asistencia en Salud Pública, con el objetivo de proporcionar intervenciones rápidas y efectivas en situaciones críticas y de alto impacto emocional, mediante la implementación de Primeros Auxilios Emocionales (PAE).
Este proyecto, que está enmarcado en la Ley Nacional N°26.657 de Salud Mental, entre otras legislaciones nacionales y provinciales relacionadas con la protección de derechos y la atención a la salud mental y las adicciones, se implementará mediante dos dispositivos principales: SAME ACE - Te Escucha que proporcionará una primera respuesta telefónica o por videollamada, con una escucha activa y contención emocional; y SAME ACE - Vehículo Adecuado y Traslado Oportuno, una asistencia presencial en situaciones críticas, coordinando con centros de salud para una intervención integral.
El director del SAME, René Maza, expresó que “realizamos una estadística de los últimos cuatro meses, donde se refleja que recibimos entre 250 y 300 llamados mensuales que van desde lo más simple, como ansiedad, hasta lo más extremo que son los intentos de suicidio y consumo de droga y psicofármacos. El porcentaje de internación de estos 300 llamados es solo del 15 por ciento, esto significa que el aporte del programa va a ser fundamental para cubrir la demanda del día a día”.
Entre los objetivos específicos, el proyecto busca facilitar intervenciones en situaciones críticas socioemocionales, brindar contención y asistencia para que las personas se sientan escuchadas y comprendidas y, actuar como nexo entre las personas y los recursos necesarios para su asistencia.
Destinatarios
En principio, la atención está destinada a la población de la Capital, inicialmente a mayores de 18 años y, de forma indirecta, a niños, niñas y adolescentes a través de sus padres. n
