J.P. Morgan ejecutó una exitosa estrategia en Argentina que, más allá de la ganancia del 10,4% en dólares que le reportó, se destacó por su impecable sincronización de salida, evitando una pérdida significativa en dólares.
El banco más grande de Wall Street salió del peso justo antes del salto del dólar evitando una pérdida del 8,7%.
J.P. Morgan ejecutó una exitosa estrategia en Argentina que, más allá de la ganancia del 10,4% en dólares que le reportó, se destacó por su impecable sincronización de salida, evitando una pérdida significativa en dólares.
La estrategia, denominada carry trade, fue recomendada por J.P. Morgan en su análisis Argentina Strategy: Seeing is Believing, publicado el 15 de abril. El banco aconsejó ir largo en LECAPs de corto plazo, específicamente la LECAP 3.9% con vencimiento el 15 de agosto de 2025, en combinación con posiciones en dólar contado con liquidación (CCL), para aprovechar el diferencial de tasas en pesos.
Esta recomendación se dio en un contexto de importantes cambios en la política económica argentina: el abandono del crawling peg del 1% mensual, la adopción de un régimen de flotación administrada con bandas cambiarias entre $1.000 y $1.400 por dólar, y una relajación de los controles de capital.
Al momento de la recomendación de entrada, la LECAP 3.9% estaba en $129,38 por cada $100 de valor nominal, con un CCL de referencia de $1.234, y se proyectaba una tasa interna de retorno del 40,5% anual en pesos. El banco destacó que el tramo corto de la curva ofrecía el mejor rendimiento ajustado por riesgo y preveía tasas elevadas en instrumentos de corto plazo debido a un endurecimiento de las condiciones de liquidez.
La "salida justo a tiempo" se materializó el 27 de junio de 2025, cuando J.P. Morgan publicó un nuevo informe, Argentina: Taking a Breather, anunciando el desarme de su posición. En esa fecha, la LECAP cotizaba a $139,80 y el CCL se ubicaba en $1.206, lo que implicó una suba del +10,4% en pesos y un rendimiento neto en dólares del 7,8% considerando costos de transacción.
La prudencia de esta decisión se hizo evidente poco después, tras la salida del banco, el dólar contado con liquidación (CCL) comenzó a subir de manera sostenida, alcanzando los $1.358,82 el 1 de agosto de 2025, lo que representó una suba del 12,93% en apenas un mes. En el mismo período, el precio de la LECAP solo avanzó un 3,21% en pesos. Un inversor que hubiera conservado el bono entre el 27 de junio y el 1° de agosto habría sufrido una pérdida del 8,7% en dólares, a pesar de la leve apreciación nominal en moneda local.
J.P. Morgan, por lo tanto, evitó esa pérdida al anticipar el cambio de condiciones de mercado. El informe del 27 de junio enumeró diversas razones técnicas y macroeconómicas para suspender la estrategia, incluyendo el agotamiento de los flujos agrícolas, la reaparición de salidas netas por turismo, la fortaleza del peso y los riesgos de una apreciación excesiva del tipo de cambio real, las intervenciones del BCRA en el mercado, una mayor volatilidad esperada por la cercanía de las elecciones legislativas del 26 de octubre de 2025, la sensación de haber alcanzado un "tope técnico" en la ganancia acumulada del trade y una revaluación de los riesgos externos.
Esta jugada de salir del carry antes del recalentamiento cambiario marcó una diferencia sustancial, confirmando la prudencia de la decisión. A pesar de esta pausa táctica, J.P. Morgan mantuvo su recomendación de sobreponderar la deuda externa argentina en el índice EMBIG, aunque advirtió sobre los riesgos de deterioro global.