El plantel xeneize volvió a entrenar ayer por la mañana. La decisión ya estaba tomada de antemano y no surgió como consecuencia del resultado del sábado. Sin embargo, marca el rumbo del estilo de trabajo que promulga Gago: entrenamientos intensos, concentraciones extensas, rigidez en los horarios e implacabilidad en la famosa balanza, que estipula el peso ideal de los jugadores. Los errores defensivos que acusó el fondo xeneize provocaron dolores de cabeza, sobre todo por el poco margen de días que tienen para corregirlos de cara al duelo del miércoles frente a Gimnasia y Esgrima La Plata, por los cuartos de final de la Copa Argentina.