sábado 3 de mayo de 2025
Cara y Cruz

Bicicleta a las preventivas

El juez federal Miguel Ángel Contreras prorrogó por otros seis meses las prisiones preventivas de Edgar Adhemar Bacchiani, José Blas y Alexis Sarroca, en el marco de la causa por intermediación financiera no autorizada, lavado de activos, defraudación y asociación ilícita que se sustancia por las criptoestafas perpetradas en Adhemar Capital.

Es la segunda prórroga de preventiva que se decide en el voluminoso y enrevesado expediente. En este caso, la disposición se torna más inquietante por las diferencias que saltaron entre Contreras y el fiscal federal Rafael Vehils Ruiz, quien se resiste a dar por concluida la investigación y elevar la causa a juicio sin producir una serie de medidas probatorias que, según dijo, se demoran por la reticencia del juez.

La medida es inoficiosa para Bacchiani, que de cualquier modo debe purgar los 9 años de prisión que aceptó en Córdoba a cambio de confesar haber sido partícipe de una estafa. Blas y Sarroca, en cambio, deben continuar cumpliendo la domiciliaria debido a que el Juzgado Federal no define su situación.

Más allá de sus responsabilidades penales, a los reos de las criptoestafas de “Adhemar Capital” se les hace pagar costos adicionales por la inoperancia ajena.

La investigación dirigida por Contreras lleva más de tres años sin arribar a conclusiones y el juez solo atina a echarle la culpa al fiscal Vehils Ruiz, mientras presiona para que el juicio se realice con prueba parcial.

Se trata de un problema político que se arrastra desde el 22 de abril de 2022. Ese día, el Juzgado Federal catamarqueño se apresuró a apresar a Bacchiani, Blas y Sarroca inducido por una orden de detención que había librado contra el “Trader God” la fiscal de Delitos Especiales de Córdoba, Valeria Rissi. La cordobesa se quedó sin el preso, pero consiguió realizar allanamientos que le dieron material muy valioso para avanzar en la causa que había iniciado en esa provincia, circunscripta al delito de estafa.

Catamarca ardía por ese entonces. Contreras logró retener a Bacchiani y orientó la investigación de modo muy heterodoxo, alentando entre los defraudados expectativas de que recobrarían los fondos depositados.

Apoyado por su abogado, Lucas Retamozo y el querellante Alfredo Aydar, Bacchiani desplegó durante ocho meses una serie de maniobras en sintonía con el particular derrotero que el juez le dio al expediente. Con la promesa de devolver el dinero si le otorgaban la prisión domiciliaria, manipuló la marcha de las pesquisas. Incluso logró que le dieran el beneficio durante ocho días en mayo de 2022, al cabo de los cuales anunció que sus cuentas virtuales estaban trabadas y no podía operar. En agosto, en una especie de ensayo realizado en la sede de la Policía Federal, el financista exhibió una captura de pantalla con más de 58 millones de dólares, pero dos días después se demostró que todo era una farsa.

Tres años después, la Justicia de Córdoba volvió a apurar al Federal. En febrero, el mismo día que se iniciaba el juicio oral y público contra Bacchiani en esa provincia, Contreras decidió cerrar la instrucción en Catamarca. Debió desistir por la oposición del fiscal Vehils Ruiz, quien le recordó que faltaban medidas probatorias, algunas de la cuales habían sido requeridas por el propio magistrado.

A partir de estas medidas señaladas por Vehils, fueron imputadas otras dos personas.

En los últimos días, con el vencimiento de las preventivas, se reactivó la presión del juez para elevar el caso a juicio en el estado en que esté, con severas reconvenciones al fiscal. Vehils no se quedó callado y denunció trabas a la gestión de las medidas probatorias para lavado de activos.

Lo concreto es que Bacchiani ya carga una condena por estafa en Córdoba y en Catamarca la causa se arrastra hace más de tres años sin resultados.

Se extiende la vocación por el pedal. Como Bacchiani con los pagos, Contreras bicicletea las preventivas.

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