martes 4 de noviembre de 2025

Don Domingo Legarralde

La publicación realizada por el Gobierno de la Nación, en la década de 1950, titulado Anuario de las Provincias y Territorios, de Ediciones Plot, y que se encuentra inscripto el Registro Nacional de La Propiedad Intelectual, llevando el N° 441714. Esta publicación forma parte del Segundo Plan Quinquenal.

Se trata de una publicación especial, dedicada al departamento de Tinogasta, por este: “Un Rincón privilegiado de La República”. En esta publicación da a conocer la prosperidad del departamento y también una somera recopilación de datos de cada uno de esos hombres, que al decir de la publicación, le dieron grandeza y prosperidad a Tinogasta.

Dentro del desenvolvimiento y crecimiento de los pueblos está el factor de sus hombres dinámicos, que gracias a ellos contribuyen al progreso y bienestar de los mismos, digno citar entre estos hombres de empresa, que dan mucha vida a los pueblos y zonas, es al señor Domingo Legarralde, oriundo de esta parte de la provincia de Catamarca, quien despliega sus actividades en el comercio y la agricultura desde hace 34 años sin interrupción.

Sus señores padres, don Pedro Legarralde, vasco francés, quien llegó a esta zona y radicándose definitivamente, procedente del Alto Perú, allá por el año 1870 en la zona de Saujil, donde contrajo matrimonio al poco tiempo con doña Auristela Pierola de una antigua familia de arraigo del lugar. De dicha unión, se vio el hogar favorecido con ocho hijos, entre ellos don Domingo, que en la actualidad tiene 70 años de edad y se mantiene fuerte y ágil, concentrado a sus actividades lo mismo que en sus años de mocedad. Característica de esta raza, vasco fuerte y noble. Don Domingo desde muy joven se entregó de lleno al trabajo; a la edad de 16 años, que tuvo el desconsuelo de perder a su padre, se desempeñó en los bienes de su familia durante unos años y, buscando mejores horizontes, fue a Chile durante cuatro años y de allí pasó a Salta y permaneció hasta el año 1922 que resolvió retornar a sus pagos natales y quedarse definitivamente, donde tenía sus familiares. Aquí contrajo nupcias con doña Ernestina Tula, el 29 de noviembre de 1929. Desplegando sus múltiples actividades con la experiencia, conocimiento y trato adquirido en la República de Chile y en la provincia de Salta, donde alternó muchos años.

Al mismo tiempo de atender sus fincas, como es justo en sus prósperos deseos, dado su espíritu activo, fue adquiriendo otras fincas semi abandonadas. El señor Legarralde, con su capacidad y constante trabajo, las mejoraba aumentando las plantaciones y cultivos, convirtiéndolas productivas. Entre las fincas adquiridas figuran: “La Banda de los Córdoba” y “La Anillaco” que se trata de dos establecimientos posiblemente los más importantes de la provincia. El establecimiento “La Anillaco” por sus tierras excelentes, clima apropiado y su extensión de 2.500 hectáreas, lo transformó en un gran establecimiento agrícola, con viñedos, cereales, legumbres y ahora con plantaciones en gran escala de olivares.

Años atrás, en la era inicial de las plantaciones del tomate, Don Domingo llegó a ser “El Rey del Tomate”, justo título que llegaron a tildársele así por la enorme cantidad que plantó y cosechó y ser el propulsor de estos cultivos y otros tantos, arriesgando de hecho su capital, pero con clara visión futura, con provecho para él, pero que redundaba en beneficio de todo el departamento, que luego lo imitaban en dichas producciones, después de verle el resultado. Llegó en esa época hasta fletar trenes especiales con tomates, por su cuenta.

Últimamente, el próximo año pasado de 1951, el señor Legarralde ha formado una SOCIEDAD olivarera de tal magnitud, que repercutirá en el orden y beneficio económico del Departamento, pues la ha formado con grandes capitales individuales de la provincia de Buenos Aires. Esto solo, de atraer gente de capital de otra parte, es beneficioso para lo local. La compañía se denomina “Olivarera Esquiú”, ha plantado ya, en, pocos meses, 8.000 plantas de olivos y cien hectáreas de algodón, en el primer período, dado que se multiplicarán las plantaciones y siembras en un futuro inmediato, como la instalación de la fábrica y amplias construcciones de material de primera para galpones, casas de empleados y obreros y administración.

También se dedicarán a la agricultura en general y a la explotación y crianza de hacienda vacunas de calidad, de raza, puros y de cruza de peligre. Llegarán a plantar, dentro del plan que tienen trazado, 500 hectáreas con olivos. Esto será una gran fuente de riqueza para esta zona, por su gran producción y el trabajo que darán a muchos obreros y empleados. Siendo una de las tantas grandes iniciativas, del señor Legarralde que beneficiará a la provincia de Catamarca.

Otra realidad, es la construcción que ha hecho hacer en el pueblo de Tinogasta recientemente. Tratase de un mercado con edificio adecuado y moderno, con cámara frigorífica y fábrica de hielo que favorece a la población con un servicio tan imprescindible e higiénico.

En la publicación realizada por el gobierno de la Nación, no da cuenta que el señor Domingo Legarralde, fue uno de los grandes conchabadores del departamento de Tinogasta, que, pagando una tasa municipal, obtenía la licencia de conchabador, que le permitía contratar al personal obrero que fuese necesario. Una de las actividades más conocidas popularmente y que se recuerdan en la sociedad tinogasteña, es la de contratar obreros en el departamento del Oeste catamarqueño y trasladarlos, viajando en el ferrocarril General Belgrano hacia los ingenios de las provincias vecinas de Salta, Jujuy y Tucumán.

Texto y Fotos: Colaboración de Oscar Hugo Alaniz

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