Las intervenciones del ministro de Desregulación y Transformación el Estado, Federico Sturzenegger, rara vez están exentas de polémica. Carga sobre sus hombros dos estruendosos fracasos en la gestión pública, primero como secretario de Política Económica en el gobierno de Fernando de la Rúa y luego como presidente del Banco Central durante la gestión de Mauricio Macri. Como funcionario del presidente radical fue el gestor del Megacanje, que le generó a la Argentina un perjuicio cercano a los 55.000 millones de dólares, pero ganancias extraordinarias en comisiones a un puñado de bancos. Más de una década y media después abandonó la presidencia del Banco Central en medio de una corrida cambiaria generada por sus propias medidas, dando inicio de ese modo a la debacle de la gestión de Cambiemos en los dos últimos años de gobierno.
Desde el inicio del gobierno de Javier Milei viene aportando ideas, como asesor, para la reducción y desregulación del Estado. Ahora lo hace con un cargo formal de ministro. La última de ellas generó un revuelo entre las organizaciones de familiares víctimas de accidentes de tránsito o vinculadas con la educación vial. El ministro libertario calificó a su idea, que piensa implementar con la diputada nacional Patricia Vázquez, de “muy cool”, para luego aclarar que se refería a la propuesta de implementación de una licencia de manejo sin vencimiento. El argumento es que la medida desburocratizaría el trámite y erradicaría lo que denominó “un curro” de las administraciones municipales.
El rechazo a la iniciativa de las organizaciones mencionadas se fundamenta en que “atenta contra la seguridad vial”. La ONG “Madres del Dolor” sostuvo en un documento que lleva más de doscientas firmas: “Diputada Patricia Vásquez y Sr. Sturzenegger, es una pena que no tengan idea de lo que significa la seguridad vial. Es la primera causa de muerte para los jóvenes en Argentina pero a ustedes no les importa”.
Lo cierto es que el argumento del “curro” es bastante endeble, pero congruente con el estilo libertario. Si algo funcional mal, lo extingue, en vez de mejorarlo. La venta ilegal de registros que se han detectado en algunos municipios debería servir para mejorar el sistema, no para erradicarlo.
La renovación de licencias conlleva, si se hace en el marco de lo estipulado por la Ley Nacional de Tránsito, una serie de controles para verificar la aptitud física y psicológica de los conductores, así como el conocimiento de las normas de seguridad vial.
Las organizaciones que promueven la educación vial argumentan que en la Argentina faltan medidas de prevención, de control, de educación vial y de rigurosidad en la entrega de licencias de conducir. Desde hace mucho vienen pregonando acerca de la necesidad de que la Argentina establezca regulaciones estrictas como las existentes en la mayoría de las naciones desarrolladas del mundo. La propuesta de Sturzenegger y la diputada Vázquez va en sentido contrario.