domingo 3 de agosto de 2025
Fuerte trabajo de inta y calidad alimentaria

Cada vez más alimentos autóctonos son legales para comercializar

Desde el Ministerio de Salud y el INTA trabajan articuladamente para incorporar productos regionales al Código Alimentario Argentino.

El trabajo conjunto entre el Ministerio de Salud de la provincia, a través del área de Calidad Alimentaria y el INTA, viene dando pasos firmes en el reconocimiento y legalización de alimentos autóctonos que forman parte de la cultura y la economía regional. Uno de los casos más recientes es el del charqui, un producto ancestral que está en proceso de ser incorporado al Código Alimentario Argentino (CAA). Pero también hay otros productos que tienen avances, como la harina de algarroba, capia y arropes.

"Es un alimento típico, transmitido de generación en generación, muy ligado a la historia de nuestros abuelos", destacó la licenciada Roxana Soria, integrante del Departamento de Calidad Alimentaria del Ministerio de Salud provincial, en diálogo con Radio Nacional Catamarca.

Desde hace tiempo, una cooperativa ubicada en Isla Larga produce charqui para el autoconsumo y la venta en festivales y ferias, aunque hasta ahora su comercialización era informal.

“Venden con temor, porque saben que no está dentro del marco legal. Pero quieren hacer las cosas bien”, explicó Soria, remarcando que por esa razón el organismo provincial, junto al INTA y los técnicos de territorio, acompaña el proceso para convertirlo en un alimento legal. La tarea implica reunir documentación técnica, estudios de procesos, condiciones de elaboración y pruebas que avalen su inocuidad, además de defender su valor cultural y ancestral ante la Comisión Nacional de Alimentos.

No es el único producto en este camino. En los últimos años se logró incorporar al CAA el quesillo (desde 2016) y más recientemente, las harinas vegetales, incluyendo la de algarroba.

También se presentó el proyecto para legalizar productos como el alfajor de capia, el chañar, el mistol y distintos tipos de arropes, típicos del monte catamarqueño.

“Creemos que el trabajo interinstitucional es clave, que los productores se sientan parte del sistema y no lo vean como algo lejano. Todos somos eslabones de una misma cadena”, sostuvo Soria, quien resaltó además el valor económico y social de estas producciones: "En muchos casos, la elaboración es familiar, involucra a mujeres, hombres, niños. Es una actividad que fortalece la economía local y preserva nuestras tradiciones".

El trabajo continúa. Desde el Ministerio de Salud anunciaron que próximamente visitarán Santa María para avanzar con otros productores y ya han recibido a técnicos del Instituto Nacional de Alimentos para avanzar en la validación de estos procesos.n

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