27 de octubre de 2006 - 00:00
En estos últimos tiempos y con un plus de necesidad de lluvias, popularmente se creía que volaban aviones rompetormentas, los cuales disipaban las nubes de lluvia que se formaban, impidiendo de esta manera la posibilidad de precipitaciones. Pero para la tranquilidad de todos, la realidad es muy distinta: no se trata de aviones rompetormentas sino de aviones rompegranizo que evitan que caigan tormenta de granizo y a la vez favorecen la caída de tormentas de agua.