martes 26 de marzo de 2024
Editorial

Ya no puede haber marcha atrás

La implementación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas del país ha tenido múltiples obstáculos desde que fue aprobada, en 2006. Los principales tienen vinculación con las resistencias de sectores conservadores que se resisten a su aplicación por prejuicios sin sustento. Sin embargo, aunque lentamente, esas resistencias se fueron venciendo aunque aún persisten algunas enquistadas en algunos establecimientos, sobre todos los confesionales.

Pero también se han observado en estos más de 15 años restricciones derivadas de la falta de capacitación de los docentes que deben adaptar los contenidos de las materias que dictan a los de la ESI. A lo largo de todo este tiempo se han elaborado desde el Ministerio de Educación de la Nación, y también desde los ministerios provinciales, cartillas y distintos materiales audiovisuales. Además, se han llevado a cabo capacitaciones presenciales y virtuales dictadas por especialistas.

Pero la clave parece ser la capacitación permanente, porque los contenidos se actualizan periódicamente. Y para lograr este objetivo es necesario multiplicar el número de capacitadores que puedan asistir a los docentes de manera continua. Desde esta perspectiva es una buena noticia la implementación de procesos educativos formales, y del nivel terciario o universitario, enfocados en este propósito.

La Facultad de Humanidades de la UNCA implementa desde el año pasado una Diplomatura en Educación Sexual Integral, que ya tiene una primera cohorte de egresados. El pasado viernes se entregaron 97 certificados. Y en los próximos meses se pondrá en marcha una segunda cohorte en la sede de la UNCA en Los Altos, Santa Rosa.

Los diplomados en ESI están capacitados para propiciar la reflexión sobre los enfoques y las perspectivas teóricas sobre la Educación Sexual Integral, formular propuestas, pedagógicas-didácticas e institucionales de ESI en los ámbitos educativos y comunitario, aportar herramientas teóricas– metodológicas sustentadas en las perspectivas de la ESI que permita su abordaje en las prácticas institucionales y áulicas e identificar y elaborar los dispositivos académicos, teóricos y prácticos que institucionalicen el campo de la Educación Sexual Integral en la Provincia de Catamarca y el país.

El proceso de institucionalización de la ESI ha sido largo y aun está inconcluso. Los frutos de su dictado en el ámbito educativo, aún con todas las dificultades, son muy palpables: hay una conciencia muy diferente hoy entre los chicos respecto de los derechos al conocimiento y el respeto del propio cuerpo, y el respeto por el cuerpo de los demás, que la que había hace 15 años atrás. Por ejemplo, a partir de los contenidos impartidos en este aspecto, muchos chicos se animaron a denunciar que sufrían abusos.

Las experiencias de formación de profesionales con el perfil indicado para multiplicar los contenidos de la ESI contribuyen a afianzar este proceso sobre el que no puede haber ya marcha atrás.n

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