"Se trataba de un hecho evitable y bastaba conducir con prevención"
Se le impuso una pena de tres años de prisión en suspenso, a siete de inhabilitación y a pagar $13.200.000.
“A nadie escapa que conducir un automóvil a 133 kilómetros por hora en una curva sin aminorar la velocidad significó una conducta imprudente”, advirtió el juez Correccional Javier Herrera. En el transcurso de la semana, el magistrado dio a conocer los fundamentos de una condena por un siniestro vial fatal. El pasado 6 de noviembre, un hombre fue hallado culpable por “homicidio culposo” y “lesiones culposas”, cometidos por la conducción imprudente y antirreglamentaria de vehículo con motor. Por ello, fue condenado a la pena de tres años de prisión en suspenso, más la inhabilitación para conducir vehículos con motor de cualquier tipo, por el término de siete años. Además, se hizo lugar de manera parcial a la acción civil. Al respecto, se ordenó al penado y a la compañía aseguradora a pagar la suma de $13.200.000.
“Si bien el acusado reconoció que conducía en forma imprudente a una velocidad superior a la permitida, efectúa una estimación de velocidad que no se compadece con la acreditada en debate. Habló de unos 90 o 100 kilómetros por hora, cuando en debate se acreditó que circulaba a otra velocidad”, indicó.
Además, el magistrado señaló que de la inspección ocular llevada a cabo por la fiscal de instrucción actuante, se advirtió la existencia de un cartel indicador de proximidad de la curva. Esta señalización ameritaba mermar la velocidad. De esta manera, se volvía totalmente previsible que ese exceso podía desencadenar la pérdida de dominio del rodado. “No hay dudas de que se trataba de un hecho evitable, y que para eso bastaba conducir conforme lo prevé la norma de tránsito, con el debido cuidado y prevención. A nadie escapa que conducir un automóvil a 133 kilómetros por hora en una curva sin aminorar la velocidad significó una conducta imprudente que hacía posible prever que las cosas no habrían de terminar de la mejor manera.
Entonces, no existen dudas sobre la previsibilidad y evitabilidad del suceso, así como del nexo causal entre la conducta riesgosa y los resultados dañosos pues, de suprimirse mentalmente, el resultado no habría sobrevenido”, detalló.
Para el juez Herrera fue la temeridad del acusado, al conducir el vehículo de manera imprudente y antirreglamentario al no haber tomado los deberes de cuidado necesarios para circular, la única razón por la que el vehículo en que se conducía con las víctimas salió de la calzada hacia la banquina, dando los tumbos. Este siniestro provocó que las víctimas salieran despedidas.
Expediente
El siniestro vial fatal sucedió en julio de 2023, entre las 5.40 y las 6.35. El acusado conducía un automóvil Chevrolet Corsa Classic, acompañado por dos hombres. Uno de ellos iba sentado en el asiento delantero y el otro, en el asiento trasero. El vehículo circulada por la ruta nacional Nº 64, en inmediaciones del acceso oeste de la localidad de Bañado de Ovanta, Santa Rosa. Al llegar a la altura del kilómetros 135, donde da inicio una curva de 90 metros de longitud aproximadamente, el conductor hizo caso omiso a las señales precautorias existentes en el lugar. Ingresó a ésta a una velocidad superior a la permitida -mínima comprobable de 133,48 kilómetros por hora-, perdió el control y dominio efectivo del vehículo. El rodado salió desde la calzada hacia la banquina norte de la ruta, para luego de derrapar por varios metros finalizar dando tres vuelcos. Uno de los ocupantes sufrió múltiples lesiones que le causaron la muerte a causa de shock hipovolémico secundario a traumatismo cerrado grave de abdomen. El otro ocupante sufrió politraumatismos y fractura de fémur proximal, con un tiempo de curación e incapacidad superior a los 45 días.
En debate, el acusado pidió declarar. Recordó que aquella madrugada estaban los tres en una bailanta e iban de regreso a Los Altos, él vive en Los Altos. En la ocasión, pidió perdón. Aseguró que el siniestro vial fue muy rápido, en cuestión de segundos, por un descuido. La imprudencia se cobró la vida de uno de los acompañantes en un siniestro vial fatal que pudo evitarse.