Muia llamó a boicotear comercios que venden productos chinos
Carlos Muia, presidente de la Unión Industrial de Catamarca, trazó un diagnóstico alarmante sobre la situación del sector en la provincia y advirtió sobre las consecuencias de la política económica nacional. "Se está produciendo un industricidio", afirmó el dirigente en diálogo con Fuego Cruzado de Radio Ancasti.
Según Muia, la mano de obra industrial en Catamarca representa más de 5.000 puestos de trabajo, pero advirtió que esta cifra está "día a día drenando por cierre de pequeñas empresas".
El empresario responsabilizó a la invasión de productos importados, principalmente de origen chino, por el deterioro del sector. "Nosotros estamos invadidos de productos chinos con mano de obra esclava, con subfacturación, con trabajo en negro, con fronteras que no se controlan. Las autoridades hoy no la perciben, no tienen el radar puesto en la industria nacional y en las fuentes de trabajo", señaló.
En otro tramo de la nota, el presidente de la UICA cuestionó duramente la apertura indiscriminada de importaciones y llamó a boicotear a comercios que priorizan productos extranjeros. "Si tuviéramos a nivel social mayor conciencia de lo que esto significa, tendríamos que hacerle boicot a este tipo de empresas. Lo que no entienden es que cada vez que importan están importando trabajo esclavo, trabajo infantil, trabajo del sudeste asiático en detrimento del trabajo catamarqueño, del trabajo nacional", expresó.
Muia también cuestionó casos concretos de subfacturación. "Cuando uno mira lo que viene de las estadísticas de aduana y ve que entran pantalones a $2, entonces lo que estamos viendo es un delito económico, porque $2 vale el algodón que lleva ese pantalón. Van a China, pagan el 30% de la factura y eso es lo que ingresa y lo que paga impuesto en el país y el 70% lo terminan pagando en negro", denunció.
Respecto a la política económica nacional, el empresario manifestó acuerdos parciales con algunas medidas, pero rechazó categóricamente la política de importaciones. "Yo no tengo por qué coincidir en una política económica suicida en función de que haya libertad absoluta de importaciones. Nosotros no estamos diciendo que queremos que nos protejan porque no somos prebendarios", aclaró.