Las aves presentaban signos de haber sido abatidas por disparos, con orificios de entrada y salida de proyectiles.
En la tarde del lunes, se conoció el lastimoso hallazgo de cóndores muertos a la vera del Río Abaucán, en la localidad de Fiambalá. Un ciudadano del Barrio Pampa Blanca fue quien llevó a cabo el hallazgo de las aves sin vida y notificó inmediatamente a la dirección de Inspección del Municipio de Fiambalá.
En el lugar se hizo presente el inspector de Flora y Fauna, Nino Preli; el director de Inspección, perito Luis Antonio Carrizo y Paola Chayle, representante de la Secretaría de Control Minero y Ambiental. En su inspección, constataron la presencia de cuatro cóndores que presentaban signos de haber sido abatidos por disparos, con evidentes orificios de entrada y salida de proyectiles en sus cuerpos.
Por disposición del personal de Flora y Fauna, los cuerpos de los cóndores debieron ser incinerados para evitar cualquier tipo de contaminación y por estos momentos se investiga quiénes fueron los responsables.
Arturo Rodríguez, periodista de Fiambalá, habló con Mañana Central de Radio Ancasti y dijo que "la novedad fue dada a conocer por el director del departamento de Inspección del municipio, quien alertó el lunes a la tarde a los medios locales por la aparición de estos animales que cayeron en uno de los márgenes que tiene Fiambalá". Señaló que, de acuerdo a la información que se pudo conocer, los cóndores "evidentemente han sido alcanzados por perdigones, por municiones de cazadores que van y que producen este tipo de daños. Son cazadores furtivos, gente que incursiona en la zona de la Cordillera", dijo.
Rodríguez manifestó que el escenario en la localidad fiambalense es complicado y recordó la aparición de un puma hace una semana en Fiambalá y otro en Saujil, "el tránsito vehicular es muy grande, de Fiambalá parten no menos de 8 o 12 camionetas diariamente con contingentes hacia la Cordillera. Hay quienes de alguna manera aducen que algunos animales se han familiarizado mucho y han perdido el miedo de vincularse con el hombre, lo que llevaría a que bajen hacia la zona precordillerana donde nosotros estamos ubicados; pero es algo que evidentemente vamos a tener que empezar a controlar un poco más", aseguró.
En diálogo con este medio, Arturo Rodríguez también puso de manifiesto que el personal de Flora y Fauna que depende del Ministerio de Ambiente de la provincia no cuenta con un lugar físico donde estar, "están en un lugar de prestado, tampoco tienen medios para poder movilizarse, no tienen combustible y esto dificulta mucho cuando alguien llama y ellos deben trasladarse o realizar algún tipo de control, entonces me parece que habría que prestarle un poco de atención también a ese asunto", dijo.
El cóndor andino (Vultur Gryphus) es una especie emblemática de Sudamérica y está considerada un patrimonio cultural y natural del continente. En nuestro país se lo encuentra a lo largo de la Cordillera de los Andes, en provincias como Catamarca, Jujuy, Tucumán, Salta, Tierra del Fuego y en la zona central del país. Se alimenta de carroña, por lo que cumple un rol invaluable en los ecosistemas. Al consumir animales muertos evita la proliferación de bacterias que pueden generar enfermedades en los humanos. Además, ayuda a controlar la población de otras especies carroñeras y así contribuye a mantener el equilibrio del ecosistema.
Declarado en peligro de extinción y protegido por la Ley Nacional Nº 22.421 de Conservación de la Fauna Silvestre, la principal amenaza que afecta al cóndor es el consumo de cebos tóxicos, práctica ilegal utilizada para el control de especies predadoras.
