En los últimos años, los catamarqueños han demostrado un crecimiento notable en su conciencia ambiental, según explicó Jorge Barrionuevo, director de Protección y Control Ambiental.
Destacan que la ciudadanía entiende cada vez más que "el ambiente debe ser protegido".
En los últimos años, los catamarqueños han demostrado un crecimiento notable en su conciencia ambiental, según explicó Jorge Barrionuevo, director de Protección y Control Ambiental.
Barrionuevo destacó que las denuncias por mal manejo de residuos y contaminación han aumentado significativamente en comparación con el año pasado. "La verdad que hemos recibido un incremento de denuncias", afirmó y agregó que la Policía Ambiental también ha triplicado su intervención en casos de infracciones.
Las denuncias más frecuentes, según datos brindados por el director, están relacionadas en un 70% con basura mal dispuesta y un 40% con terrenos baldíos. Además, problemas como quemas de basura, pérdida de agua y vertido de aguas servidas también ocupan un lugar importante en las preocupaciones ciudadanas.
"El trabajo de la Policía Ambiental es llegar al lugar de la denuncia, constatar si realmente se ha realizado una infracción y labrar un acta de comprobación", explicó Barrionuevo. Estas actas son luego derivadas a los Juzgados de Faltas, donde se determinan las sanciones correspondientes, que pueden incluir multas.
Sin embargo, el director reconoció que algunos desafíos persisten, especialmente en zonas crónicas donde la acumulación de basura es recurrente. "El tema de la basura es complicado porque no tiene nombre y apellido", señaló, enfatizando la necesidad de un trabajo conjunto entre el Estado y los vecinos. Además, destacó el papel fundamental de la educación ambiental: "La ciudadanía va teniendo conciencia y entendiendo que el ambiente debe ser protegido". En este sentido, resaltó el rol de los niños como agentes de cambio en sus hogares: "Generalmente son los que provocan el cambio, los que observan a los padres y son los principales policías ambientales", dijo.
También abordó la dificultad de fiscalizar ciertas áreas, pero aclaró que la intervención se realiza en todos los lugares sin excepción. "La fiscalización se hace en todos lados", afirmó y mencionó que, en muchos casos, la concientización es suficiente para modificar conductas. No obstante, en situaciones donde los infractores no son identificados, se implementan operativos de limpieza y educación puerta a puerta.
El director de Protección y Control Ambiental expresó su preocupación por el impacto de la contaminación si no se toman medidas urgentes. "El ser humano no toma conciencia de esto, poco a poco su calidad de vida se verá afectada", advirtió. Sin embargo, confía en que el trabajo continuo de protección y control ambiental puede mitigar estos efectos.
Para finalizar, Barrionuevo recordó a los vecinos los canales disponibles para realizar denuncias: el número 147, la aplicación Cerca o las oficinas de la Policía Ambiental ubicadas en el Parque de los Niños.
Durante el bimestre de junio y julio de 2025, la Policía Ambiental registró cerca de 250 denuncias por parte de los vecinos y 293 denuncias de oficio, un total de 543 denuncias en apenas dos meses.
La mayor problemática detectada en la ciudad, que representa más del 68.6% de las notificaciones, se vincula con quienes dejan basura en sitios inadecuados (48.9%) y la detección de sitios baldíos en mal estado (19.7%), lo que evidencia que son problemas estructurales persistentes en el territorio. Otras problemáticas de menor incidencia incluyen la quema a cielo abierto (11.4%), la pérdida de agua (4.1%), el agua servida (2.3%) y el arbolado urbano (13.5%).
Nicolás Acuña, gestor del programa GIRO precisó que “el procedimiento de fiscalización ambiental se inicia con la notificación al infractor, instándolo a corregir la situación en un plazo de diez días. Si no hay una respuesta favorable, se procede a labrar un acta de comprobación. En este período, se emitieron 471 notificaciones y se labraron 78 actas. Esto demuestra que la mayoría de los vecinos responde a la notificación, solucionando el problema antes de que sea necesario labrar un acta”. “Una vez que se labra un acta, el caso se envía directamente al Juzgado de Faltas, donde el área de Policía Ambiental deja de intervenir. El Juzgado de Faltas es el encargado de determinar la sanción, pudiendo imponer multas. Durante este periodo, se registraron 59 multas, que corresponden a actas realizadas en los meses de junio y julio”, detalló.
El informe destaca que el enfoque proactivo de la Policía Ambiental, a través del "trabajo de oficio" y la presencia en la ciudad, resultó en un círculo virtuoso, ya que desde esa tarea se ha incrementado de manera notoria la cantidad de notificaciones y multas en comparación con periodos anteriores. Esto demuestra que la estrategia está logrando una mayor efectividad en la corrección de las problemáticas ambientales más arraigadas en la ciudad.