PASE. Los “famistas” Silvana Carrizo y Mamerto Acuña juegan con los libertarios.
Inmediatamente después del cierre de las listas, la fractura del bloque de diputados del radicalismo oficializó la finalización de la interna partidaria. Aliada a su histórico socio, Movilización, la UCR concurrirá a las elecciones bajo el sello de “Provincias Unidas”. Los sectores “peluca” que se integraron a las listas de La Libertad Avanza no pueden considerarse ya radicales.
La suerte que corra en octubre este radicalismo depurado de referentes empáticos con Javier Milei es otra cosa.
La “orgánica” tomó la decisión de dar la batalla por recuperar el casillero central del campo opositor catamarqueño, perdido por un punto de diferencia a manos de los libertarios en 2023. La opinión de los “peluca” es que tal objetivo resulta inalcanzable y que por lo tanto es más sensato sumarse a La Libertad Avanza para insertarse en un proyecto de Gobierno expectante.
Ya no es un matiz en el marco de las clásicas pechaderas por cargos electivos. Se trata de una diferencia estratégica de primer orden. Salvando enormes distancias, los radicales enfrentaban una disyuntiva en la que pueden reconocerse muchos puntos de contacto con la que se resolvió en 1988 con la expulsión de los correligionarios que respaldaron la reforma de la Constitución impulsada por el saadismo.
La irrupción de los libertarios demandaba una respuesta clara por parte del que fue el principal partido de oposición hasta 2023 y la “orgánica” trazó la raya terminante.
Es una apuesta definitiva. Si no consigue quebrar la polarización que La Libertad Avanza busca con el Gobierno, la marcha hacia la defunción de la UCR como alternativa de poder se acelerará y los “peluca” habrán demostrado tener razón eludiendo tan infausto destino, aún a costa de los espacios subalternos que les concedieron los libertarios en las listas: tercer casillero como diputado provincial para el diputado nacional Francisco Monti, quinto y séptimo para dirigentes del sector de Tiago Puente y octavo para Silvana Carrizo, que forma con el senador Flavio Fama. Ni siquiera se avinieron los delegados de Milei a otorgarles mayor visibilidad en la nómina de concejales capitalinos, cuya cabeza le entregaron al devaluado PRO en la persona de su presidente, Diego Figueroa.
El pase los “famistas” a las filas libertarias fue una novedad del cierre de listas que terminó de corroborarse con el quiebre del bloque de diputados.
La incorporación de Silvana Carrizo a la lista de diputados provinciales podía interpretarse como un movimiento personal y aislado, tendiente a sostener chances aún remotas de reelección. Pero el “famista” Mamerto Acuña también desertó de la bancada boinablanca para armar el bloque “Generación del Cambio”, o “La PuCHA”, con Tiago Puente y Natalia Herrera.
¿Carrizo y Acuña actuaron solos o cuentan por lo menos con la venia de Fama? El senador nacional no ha opinado nada todavía.
El escaso protagonismo en las listas les dificultará a los “pelucas” la facturación de su incidencia en la eventual cosecha libertaria. Este problema se les agravará si los “orgánicos” alcanzan un buen desempeño electoral.
Otro elemento a tener en cuenta serán los resultados del resto de los enclaves que fichan por afuera del trípode que por el momento concita mayor atención: la ventanilla libertaria “villarruelista” del diputado Fernando Baigorrí y el empresario Javier Galán, el esquema del exdiputado “lilito” Rubén Manzi asociado al libertario disidente José Jalil Colomé, el Frente Amplio Catamarqueño del Hugo “Grillo” Ávila. Y está la izquierda, que viene errándole por poco a su primer ingreso en la Cámara de Diputados provincial.
No hay que perder de vista que se trata de una elección legislativa pura de medio término, para intentar capitalizarse rumbo a las gubernamentales de 2027.
