Guardiacárcel fue condenado junto a siete acusados por narcotráfico
"Jota", su padre y tres sujetos más fueron declarados reincidentes y sentenciados a 7 años de cárcel. El guardiacárcel recibió 7 años.
Juzgados. Los 10 sospechosos antes de conocer el fallo unánime de los tres jueces del Tribunal Federal.
Por decisión unánime, el Tribunal Oral Federal (TOF), presidido por el juez Enrique Lilljedahl, condenó ayer a un guardiacárcel y a otras siete personas, al tiempo que absolvió a dos vigilantes, en el juicio por narcotráfico contra la banda del "Niño J". Fueron declarados reincidentes y condenados a siete años de prisión: Jacobo Eliseo Jiménez, alias “Niño J” (31); su padre, Mario Roque Jiménez, alias "Coqui" (61); el chofer Raúl Apud (48); Kevin Emanuel Barros (27) y Cristian Miqueas Barros (31).
A su vez, el guardiacárcel Lucas Brandán (33) también fue sentenciado a siete años de cárcel. Otros imputados recibieron penas menores: el taxista Ariel Magno Brandán (49) fue condenado a tres años y seis meses de prisión, y Dayana Giselle Sarmiento (31) recibió tres años de condena, al aplicarse el criterio de "perspectiva de género". Paralelamente, los jueces absolvieron a los guardiacárceles José Alberto Molina (43) y Jorge Raúl Valdez (49) por el beneficio de la duda.
En cuanto a las defensas, el patrocinio legal de Cristian Barros, Dayana Sarmiento, Kevin Barros, Jacobo Jiménez y Roque Jiménez estuvo a cargo del defensor oficial Hugo Vizoso, quien siguió las instancias de la condena a través de una conexión remota.
El abogado Alan Nahuel Álvarez (en reemplazo de Pedro Vélez) asistió como codefensor de Ariel Brandán, mientras que Juan Pablo Morales defendió a Raúl Apud. En relación con los vigilantes, Marcos Gandini estuvo a cargo de la defensa de José Alberto Molina; el abogado Julio Sosa representó a Jorge Valdez y los letrados Ariel Díaz y Sebastián Ibáñez defendieron a Lucas Brandán.
La causa, que se inició en el año 2021, fue investigada por el fiscal federal Santos Reynoso y la acusación fue defendida en el TOF por el fiscal federal Rafael Vehils Ruiz. Como estaba previsto, el juicio se extendió aproximadamente un mes. El jueves se llevó a cabo la audiencia en la que las partes intervinientes expusieron sus alegatos.
La mayoría de los defensores rechazaron las acusaciones, mientras que la Fiscalía pidió condenas de entre 3 y 9 años de prisión. En esa audiencia, el fiscal Vehils Ruiz desistió de mantener la acusación contra los vigilantes Molina y Valdez por falta de pruebas y solicitó que Lucas Brandán fuera sentenciado a la pena de 7 años.
Pedido
Ayer se llevó a cabo la última audiencia y, antes del veredicto, los jueces le dieron a cada imputado la posibilidad de decir sus últimas palabras. "Niño J" reconoció los hechos endilgados y denunció apremios o maltratos dentro del penal de Miraflores. Aseguró que desde hace tiempo, personal del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) acciona en su contra y que el jueves, antes de ser trasladado desde el TOF al penal, un oficial le quitó las esposas y lo invitó a pelear.
"Jota" dijo que pasó la mayor parte de su vida en el SPP. Reconoció que tiene graves problemas de adicción y que por esta razón participó en diversos delitos, por los que terminó procesado y condenado.
Pidió a los jueces que impulsen una investigación sobre la conducta de los penitenciarios y les solicitó que dispongan medidas tendientes a procurar su resguardo dentro de la institución carcelaria. Ante la grave denuncia, el juez Lilljedahl ordenó que se realizara una copia de sus declaraciones y que se diera intervención al Ministerio Público Fiscal para que investigara el caso.
Reclamo
Al cierre de esta edición, familiares del guardiacárcel Brandán, en diálogo con este diario, reclamaron "Justicia para el inocente. Como ciudadanos preocupados por las irregularidades del sistema judicial catamarqueño, manifestamos nuestro repudio ante la injusta condena de un trabajador penitenciario, acusado sin pruebas reales durante una requisa ocurrida hace tres años en el penal".
"La investigación estuvo plagada de inconsistencias y testimonios dudosos, donde se buscó un culpable para encubrir responsabilidades ajenas. Exigimos la revisión del caso y la restitución de su libertad", reclamaron. Cuando comenzó la investigación los tres penitenciarios estuvieron detenidos aproximadamente 83 días en las instalaciones de la Policía Federal.
Fueron excarcelados, pero continuaron supeditados a la prosecución de la causa. Fueron sumariados por el SPP y pasaron a cobrar la mitad del sueldo. Se supo que las defensas de Molina y Valdez reclamarán la inmediata reincorporación de los dos agentes del Servicio Penitenciario, y que los defensores de Lucas Brandán -una vez conocidos los fundamentos del fallo-, apelarán la sentencia ante la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán.
Al igual que sus colegas, Brandán continuará en libertad a la espera de una resolución favorable de la Cámara tucumana o instancias superiores, o en su defecto, hasta que la condena quede firme.