Una mujer de 23 años abusada sexualmente por dos hombres en un motel del departamento Valle Viejo se recupera lentamente en la Maternidad Provincial mientras la Justicia avanza en la investigación de los gravísimos hechos.
Fue agredida por dos hombres. Se activaron los protocolos y por las graves lesiones sufridas debió ser intervenida quirúrgicamente en sus genitales y otras partes del cuerpo. Hay un arrestado.
Una mujer de 23 años abusada sexualmente por dos hombres en un motel del departamento Valle Viejo se recupera lentamente en la Maternidad Provincial mientras la Justicia avanza en la investigación de los gravísimos hechos.
Fuentes judiciales informaron que ocurrió en la mañana del viernes 1 de noviembre, cuando la joven salió de un boliche ubicado en Alto Fariñango.
Según su relato, tras regresar del boliche a su hogar -aproximadamente a las 9-, se reunió con un joven, que terminaría siendo uno de sus agresores sexuales, con quien recientemente había iniciado una relación, para continuar con los festejos de Halloween.
Poco después los dos decidieron ir al albergue transitorio El Edén, pero al llegar se dio con la sorpresa de que en realidad la reunión sería con su pareja y un sujeto más.
Sorprendida por la situación conversó con su amigo y luego de un rato los dos la tranquilizaron diciéndole que solamente iban a entrar al motel para estar más cómodos y tomar unos tragos. Sin embargo, lo que en un principio pareció una reunión amigable se convirtió en una pesadilla cuando la chica fue atacada sexualmente.
Afortunadamente los gritos de auxilio de la víctima alertaron al personal del motel, que debió intervenir. Por el salvaje ultraje la chica presentaba abundante sangrado en la zona genital, lo que alertó aún más a los trabajadores del lugar.
Instantes después fue asistida por un servicio de emergencia que la trasladó de urgencia a la Maternidad, donde se le realizaron las primeras curaciones y como consecuencia de una herida triple intravaginal -que provocó la grave hemorragia-, fue sometida a una cirugía para reparar las tres lesiones en el útero.
El personal médico activó los protocolos para casos de abuso sexual y se dio intervención a la Justicia y a su familia. En este marco, se tomaron medidas de profilaxis para evitar consecuencias y se le brindó apoyo emocional.
El fiscal de Instrucción del Distrito Este, Laureano Palacios, ordenó una serie de medidas de protección a la víctima y el secuestro de evidencias, como las sábanas ensangrentadas y la ropa de la joven, que serán determinantes para el esclarecimiento del caso.
Se espera que en las próximas horas el expediente sea remitido a la fiscalía especializada en Violencia Familiar y de Género, a cargo de Ruth Alejandra Antonino. Se pudo conocer que las pericias médicas de rigor recién pudieron ser realizadas el sábado y que los resultados preliminares revelaron graves heridas compatibles con un ataque de índole sexual. También se encontraron múltiples hematomas que sufrió al intentar resistirse al brutal ataque.
Luego de la urgente asistencia médica, la joven logró identificar a uno de los agresores, de aproximadamente 27 años, que trabaja en una mina ubicada en Catamarca.
Se conoció además que, al momento de relatar lo sucedido, desconoce la identidad del otro atacante.
En este contexto, la familia de la víctima contrató a los abogados Sebastián Ibáñez y Bruno Jerez para que la representen como querellante particular en el proceso judicial.
"Éste es un caso de extrema gravedad que refleja la vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia de género en nuestra sociedad. Nos comprometemos a hacer todo lo posible para asegurar que se haga justicia y que los responsables enfrenten las consecuencias de sus acciones" aseguraron los abogados en diálogo con El Ancasti.
“Fue un cruel ataque que ha dejado a la joven gravemente afectada, emocional y físicamente, sumiendo a su entorno en una profunda crisis. Se deben tomar medidas urgentes porque la comunidad exige justicia y particularmente la erradicación de la violencia de género”, remarcaron.
Hicieron hincapié en la atención brindada en la Maternidad, donde al cierre de esta edición continuaba internada, medicada pero con franca recuperación de las heridas físicas sufridas.
"No es un caso más, esto es en realidad muy grave porque hay lesiones físicas intrauterinas. La Fiscalía se movió rápido. Vamos a trabajar para que se produzcan más pruebas y la causa sea rápidamente elevada a juicio".
Otras fuentes consultadas por este diario explicaron que personal del motel que estuvo trabajando en el turno en que ocurrieron los hechos podría ser clave para avanzar en la identificación del otro sujeto y confirmar la identidad del atacante arrestado, que próximamente será imputado e indagado.
El último caso registrado de presunto abuso sexual en un motel ocurrió en junio. Supuestamente un chofer de remís ultrajó a una mujer que despertó sola en el alojamiento y denunció el hecho.