Forenses piden más tratamiento psicológico para Enrique Aybar
Las partes tienen hasta el miércoles para manifestarse sobre la pretensión de Aybar. El informe es lapidario.
Personal técnico del Cuerpo Interdisciplinario Forense (CIF) emitió un informe sobre la evolución psicológica realizada al ex intendente de Puerta de Corral Quemado, Enrique Aybar (64), que purga condena de seis años de prisión en el penal de Miraflores por abuso sexual, y solicitó que continúe realizando tratamiento psicológico para mejorar su condición mental.
A mediados de marzo, Aybar pidió a la jueza de Ejecución Penal, Alicia Cabanillas, el beneficio de salidas transitorias. Por protocolo y como ocurrió con la solicitud anterior -que le fue denegada-, la jueza pidió que se le realice una evaluación psicológica en el CIF.
La pericia fue efectuada en dos jornadas ante peritos de parte presentados por la defensa de Aybar y por la querella, a cargo del abogado Sebastián Ibáñez.
El informe final fue remitido a las partes intervinientes, que tendrán tiempo hasta el próximo miércoles para emitir sus consideraciones respecto al pedido de salidas transitorias. En base a esos planteos, el informe y otras consideraciones, la jueza determinará si hará lugar al pedido de Aybar. El detalle plasmado en el informe al que pudo tener acceso El Ancasti, traba la pretensión de morigeración en la ejecución de la pena solicitada por el convicto.
Para los forenses, durante las sesiones el hombre realizó un gran despliegue de seducción emocional, demostrando que necesita proyectar una imagen de poder, de control y con sensación de superioridad desde su rol con respecto a los demás.
Se determinó que tiene dificultades para colocarse en lugar de otras personas y comprender sus emociones, así como el impacto que generan sus acciones en terceras personas.
Durante las entrevistas se estableció también que posee indicadores de egocentrismo y dificultades para reconocer y considerar las necesidades o puntos de vista de otros, que no sean acordes a sus propias necesidades.
Reveló rasgos narcisistas en su personalidad, con “sensación grandiosa de su propia importancia”, revelando que necesita ser admirado.
Teniendo en cuenta que cursa condena por abuso sexual simple agravado por ser el encargado de la guarda en perjuicio de una adolescente, se determinó que no tendría una inhibición de la lívido sexual lo que lo llevaría a efectuar comportamientos arriesgados, engaños y manipulaciones para lograr satisfacer sus deseos.
Entre otras características, demostró que para defenderse tiende a acusar a los demás al tiempo que asume una postura de víctima, con comprensión inadecuada de los límites y de la vulnerabilidad de los demás.
"Tiene necesidad de controlar y manipular el mundo externo para obtener lo que desea y no puede ajustarse a las circunstancias cambiantes del contexto o situaciones imprevistas", se informó.
Por otra parte, enfatizaron que su atención solamente está centrada en satisfacer sus intereses y que lo demás es secundario llegando a intentar dominar y controlar la interacción con los demás, pudiendo utilizar la impulsividad o el poder para imponer su voluntad.
“Carece de empatía y no le afecta la gravedad de sus actos delictivos con desinterés sobre el impacto en la víctima y en la sociedad”.
Para los técnicos, Aybar "no estaría preparado para enfrentar las responsabilidades y desafíos que conlleva insertarse en la vida social desde lo psicológico y afectivo. Se sugiere que continúe trabajando su desarrollo emocional y psicológico para lograr adherencia a un tratamiento que le permita una adecuada reinserción social".
Mientras tanto, Aybar es investigado por otras denuncias por presunto abuso sexual mientras era intendente.