Debate por abuso sexual en la infancia intrafamiliar
Denunciante de ultraje sostuvo sus dichos contra su agresor
El imputado negó los hechos. La próxima semana habrá otra ronda de testigos. Posiblemente haya alegatos.
En la Cámara de Sentencia en lo Criminal de Segunda Nominación se dio inicio a un debate por un delito contra la integridad sexual de una niña. El ultraje habría sucedido en el ámbito intrafamiliar y la denunciante, ante el Tribunal, ratificó sus dichos.
El acusado debe responder por “abuso sexual simple agravado por el vínculo y por la situación de convivencia”. La agresión habría sucedido a mediados de 2017. Por entonces, la víctima era una niña.
El Tribunal está integrado por los jueces Silvio Martoccia, Miguel Lozano Gilyam y Mauricio Navarro Foressi. El Ministerio Público Fiscal es representado por el fiscal Augusto Barros. El acusado es asistido por el defensor Penal Oficial de Quinta Nominación, Mariano Guillamondegui.
Dada la índole del delito, el debate se desarrolla a puertas cerradas. De acuerdo con información a la que pudo acceder El Ancasti, la denuncia fue impulsada por el hermano mayor de la víctima, tras enterarse de lo sucedido. En la primera jornada, la víctima ratificó la denuncia. En tanto que el acusado negó la imputación que pesa en su contra. Tras la ronda de testigos, el debate pasó a un cuarto intermedio. Se reanudará el lunes con el testimonio de los últimos testigos.
La denunciante es víctima secundaria de un crimen. Su madre fue asesinada. Tras este hecho de sangre, la familia comenzó a desintegrarse.
ASI
El abuso sexual en la infancia (ASI) es una de las formas de violencia más extrema que niños, niñas y adolescentes pueden sufrir. No obstante, el dato más importante que advierten los profesionales en esta temática es que en la gran mayoría de los casos se trata de abusos sexuales intrafamiliares: padre, abuelo, hermano, tío o primo son los principales sospechosos.
Además de vulnerar a chicos y chicas, el ASI rompe a las familias. Por ello, el silencio siempre juega en contra. Al respecto, especialistas en esta temática advierten que la familia “puede ser un territorio favorable” para maltratar y abusar de chicos y chicas. Niños, niñas y adolescentes suelen ser silenciados por sus propios agresores, mediante distintas estrategias. El agresor sexual se vale del miedo, la culpa y la manipulación. De esta manera, promueve la impunidad en estos actos de violencia. “Se trata de una órbita de violencia, de la familia como prisión”, se remarcó. A la vez, se destacó que la vulnerabilidad en estos casos reside en el hecho de que chicos y chicas, por su inocencia, condición física o sexual no comprenden la criminalidad de los ultrajes, más aún cuando el agresor es padre o un familiar cercano.